Capítulo 48

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Dos semanas después 

—Mason por favor, cálmate. —trató de consolar el demonio sin mucho éxito.

—¡¡No lo entiendes!! —exclamó alterado. —Mi madre no se comunica con nosotros desde hace tres días, eso es algo muy extraño. —explicó caminando de un lado a otro histérico.

Su hermana se encontraba mordiendo sus uñas de forma nerviosa, Wendy y Stan trataban de consolarla sin mucho éxito. 

—Ella siempre nos habla todos los días, por lo menos envía un saludo o algo, pero siempre llama. —le siguió Mabel siguiendo mordiendo sus uñas.

Soos se mantenía en medio de todos y Ford que se veía muy cabreado con la situación.

—En algún momento llamarán, dejen de ser paranoicos. —gruño molesto.

Stan y Mabel le lanzaron una mirada asesina, su familiar estaba siendo muy insensible.

—Will. —dijo el gemelo deteniendo todos sus movimientos. —Investiga todo lo que tenga que ver con mi madre, es una orden. —afirmó mirándolo con súplica.

Will se estremeció y sintió esa cálida sensación habitual, aún así sintió su corazón contraerse al ver a su Agapē de esa forma. —A la orden, Mi amo. —con un chasquido desapareció de la vista de todos.

El día siguió con los dos gemelos menores inquietos, la noche cayó dónde las estrellas brillaban de forma mágica acompañada por la luna llena.

Era una perfecta noche para pasar una noche romántica, lástima que para un castaño de 15 años no era así.

Mason se removía inquieto en su cama, llevaba ya unas tres horas tratando de dormir, pero simplemente no podía conciliar el sueño. 

Se levantó frotándose el cabello tratando de tranquilizarse sin mucho éxito. 

Estar de nuevo solo en la cama le recordaba al año en que no pudo estar cerca de su demonio y eso le hacía doler el pecho, sin mencionar cómo se sintió toda la tarde.

—Will, ven conmigo. —murmuró con ligero temblor en su voz. —Es una orden. —pidió esperanzado que de alguna forma su demonio lo escuchara y viniera.

El menor gimoteo enterrando sus manos en su cabello, se sentía demasiado abrumado, débil y él odiaba sentirse de esa forma.

—Mason… —lo llamó dolido Will envolviendolo en sus brazos, el demonio odia con todo su ser ver a su Agapē de esa forma.

—Will. —lo llamó en un gimoteo. —Lo siento, pero… no quiero volver a dormir sin ti. —suplicó aferrándose a su camiseta.

—Yo tampoco. —le siguió el peliazul frotando la espada de su amado. —Lo siento, pero no podré entrar en tus sueños. —le dijo dejándose caer a la cama.

—No importa, solo no te separes de mi. —le pidió relajándose al percibir ese aroma a lavanda que tanto le gustaba.

El demonio sonrió tiernamente apapachando al muchacho. —Buenas noches~ —murmuró dándole un beso en su cabello, causando que Mason cayera al los brazos de morfeo. 

Al ver al menor dormirse su expresión cambió a una oscura, cuando fue a investigar se encontró con una noticia que sabía que su Agapē no se iba a tomar bien.

Aún con eso había decidido investigar a más profundidad, desde la comodidad de su cama, porque dormía más allí que en cualquier otro lado, indagaba en la mente de ese vil saco de carne que realmente deseaba quebrar por herir a su lindo Agapē.

Contrato: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora