Capítulo 21

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Tyrone 

—Hagamos el trato. —afirme separándome unos centímetros de él.

—Claro, Mi Señor. —dijo chasqueando los dedos apareciendo un pergamino dorado junto a una pluma. Al verla la tomé en mis manos.

—He-Hey, espera quiero más información de este trato. —trató de quejarse mi tío, pero ya era demasiado tarde, firmé el contrato.

Sentí a Phill estremecerse por lo que lo mire extrañado, me asusté al verlo jadear fuertemente aferrándose a mis caderas.

—Phi… —estaba por llamarlo cuando sentí un ardor en mi omóplato izquierdo, solté un quejido sin querer, cosa que alertó a mi familia.

—Está completo, Mi Señor. —la afirmación de Phill hizo que me empezaran a inspeccionar.

—¡¿Dónde está?! —preguntó ansiosa mi hermana.

—En la espalda. —respondió el estupido nacho con una tierna sonrisa sin apartar la mirada de mis ojos.

—¡Por favor, hermanito déjame ver! —me dijo zarandeándome una y otra vez.

Molesto me levanté y accedí antes que empezara con los golpes que no eran nada gratos, me saqué la chaqueta y la camisilla.

—Yo solo veo un ojo con el ceño fruncido. —escuché de parte de Stan luego de unos segundos que les di la espalda.

—Yo también. —le siguió Ford.

—Mmm. —escuché de parte de Mabel. —Ah, es el ojo que tiene Phill en la frente. —afirmó feliz. —Aunque si me acerco y entrecierro los ojos creo que puedo ver un triángulo dentro de un círculo.

—¡¿Cómo que si te acercas?! —pregunté descolocado. —Puedo sentir tu respiración en mi espalda.

—Pero es que no logró ver nada. —se quejó mi hermana haciendo un berrinche.

—Les dije que los humanos no lo verían con exactitud. —le señaló Phill.

—Phill, yo también quiero verlo. —le pedí. El me dio una gran sonrisa antes de levantarse del sofá, quitarse la camisa y mostrarme su espalda.

Vamos concéntrate en lo que venías a hacer. —me reproche mentalmente al repasar las líneas de los músculos del Nacho. Me fijé en su omóplato derecho.

Efectivamente hay un triángulo encerrado en un círculo y este tiene un ojo con el ceño fruncido, el círculo está lleno de símbolos, pero alrededor se encontró una frase, sonreí inevitablemente al leerla, sin poder controlarme pase mis manos por ella.

Que esta casualidad nos dure para siempre

—Lo leíste, ¿eh? —me dijo suavemente al parecer también se encontraba feliz por esto.

—Si, yo también quiero que dure para siempre. —dije apoyando mi frente en esa marca que me dejara conservar la única cosa que desearía en el mundo.

Dipper

Cuando dejé de escuchar al supuesto hermano de Bill, me quedé con la duda, ¿Cómo iba a traer a Bill a esta dimensión?

Empecé a caminar entre el bosque sin saber qué hacer, de la nada sentí un ardor en la marca en mi frente, al tocarlo vi a Bill agonizando en el suelo.

Mi cuerpo empezó a temblar, mi corazón empezó a latir fuertemente me sentía tan asustado al verlo tan pálido, con la respiración pesada e incluso podía escuchar sus latidos que empezaban a ser más lentos.

Contrato: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora