Bill y Dipper son enemigos pero, ¿Que pasa cuando el demonio empieza a entrar en sus sueños por puro aburrimiento? Será posible que sean amigos y hasta algo más.
Phill solo quiere encontrar algo en lo que entretenerse, no espera encontrar a una pers...
No le preste demasiada atención al estar pendiente del último cliente, justo es hora del almuerzo luego de esto podré ir a ver a Bill.
—¿Se ve... ansioso? —volvió a hablar Wendy.
—Y lo está, al parecer se va a encontrar con su nuevo amor. —le respondió la chismosa de mi hermana.
—Oh, ¿Nuevo... amor? —habló Wendy.
¿Eso que escuché fue... decepción?
No, es imposible.
—Chicas, voy a ver cómo le va al Tío con el almuerzo. —les dije antes de desaparecer de la tienda, quiero tomar por sorpresa a Bill, por lo que espero que esté en esta dimensión sí no, no podré hacerlo.
—Tío, está...
—Si, si, ya esta tu comida en la mesa come y vete. —me dijo ya cansado. —Acaso te embrujó. —dijo entre dientes fastidiado.
Apenas se acercó la hora del almuerzo le preguntaba cada tanto sobre la comida, creo que encontré su límite.
Pero, hey.
¿Cómo no puedo estar emocionado?
Dorito me dejó estudiar sus emociones, me dijo que podía reunirme con él.
Comí tan rápido como pude antes de salir de la cabaña, hubiera preferido usar el libro 3 para escribir sobre las emociones de Bill, pero el tío lo está utilizando y notaría las nuevas notas.
—Reina, por aquí. —escuché un pequeño murmullo cerca de mi, antes de ver una rápida luz blanca.
—Podrías no llamarme así. —comenté sintiendo las mejillas rojas. —No tengo ese tipo de relación con Bill.
Pero la quieres. —escuché de parte de mi conciencia.
—Callate. —le contesté con molestia.
La risa de la pequeña hada que vuela a mi alrededor me trajo a la realidad. —Seguirá siendo la reina. —me respondió antes de guiarme a un camino.
Ahg, debería hablar con Bill sobre esto, los seres del bosque no deberían llamarme de esa forma. —pensé mientras seguía al hada al "interior" del bosque, más bien me lleva por la orilla del bosque.
—¿A dónde me llevas? —pregunté confundido nos estábamos acercando al pueblo.
—Por aquí. —me dijo animada, al encontrar un camino entre árboles, un pequeño puente hecho de ramas bien amarradas apartando varios árboles y arbustos, más allá se ve el piso bastante liso. —¿Le gusta? —preguntó animado.
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