BillAhg, anoche no pude pasar más tiempo con Pinetree.
Pero no importa, iré a la cabaña y le daré una gran sorpresa cuando pase la protección será divertido de ver.
Y tal vez moleste un poco al idiota de Six Fingers. —pensé emocionado caminando hasta la cabaña.
Ya me había encargado de la comida de los humanos artificiales y algunos más seres más.
Uno que otro problema solucionado, todo estaba hasta las mil maravillas hasta que me acerqué a la cabaña.
Al llegar a la tienda me encontré con la puerta cerrada y un letrero que lo afirmaba.
—Que extrañó Half Moon nunca cerraría la tienda a esta hora. —murmuré desconcertado.
Me di la vuelta y me acerqué al bosque, una vez seguro que nadie me veía saque un reloj de bolsillo del sweater, no le di importancia a las horas de la dimensión y de la que circula en mi casa.
Cerré los ojos antes de hacer funcionar mis poderes, mi frente empezó a brillar levantando parte de mi flequillo.
(Créditos a su respectivo autor)
Lo vi hablando con una chica rubia con el cabello… ¿Hacia arriba?
Deje de ver cuando le dio su número.
Tks, se fue y no me dijo nada. —refunfuñé molesto caminando zapateado el suelo. —No… ni siquiera tenemos como contactarnos. —pensé agotado.
—Mi Rey, ¿le sucede algo? —me preguntó de forma tímida acomodándose detrás de un árbol un ser de piedra cubierto con musgo y plantas, un troll.
Casi nunca se dejan ver.
(Descripción visual)
—Lo estoy, es solo que no puedo contactar a mi Agapē. —le respondí soltando un largo suspiro.
—Mi Rey, usted es un ser muy poderoso ¿no puede hacer algo para poder contactarlo? —me dijo suavemente "tratando" de esconderse detrás del árbol.
—¡¡Es cierto!! —grité alegre golpeando mi mano contra mi palma.
Definitivamente haré un amuleto para esto, quiero que incluso en la dimensión más lejana pueda comunicarme con él.
—Muchas gracias, entre las flores de la salida de mi casa hay comida para los de tu especie. —afirmé emocionado antes de salir corriendo a mi casa.
—Bien, ¡¿Ahora como lo hago?! —pensé volviendo al tercer piso de mi habitación.
A mi lindo Pinetree le gustó este lugar y a mi me encanta, más aún cuando conseguí abrazarlo toda la tarde.
—Es cierto el es Pinetree, pero quiero que me recuerde cuando lo vea. —murmuré tratando de pensar en que hago. —¿Y si hago dos? —me pregunté a mi mismo. —Así ambos tenemos algo que nos recuerde al otro… ¡Si! —afirme de repente. —¡Eso es! ¡Tengo una gran idea! —grite al cielo antes de empezar mi proyecto.
Narrador
Dipper Pines se despertó en su cuarto con la respiración acelerada, sintiendo una ansiedad en su pecho.
Una vez tranquilizó su respiración, se dio cuenta que su corazón no paraba de latir fuertemente.
Su pecho era estrujado y unas ganas de salir corriendo a algún lado lo llenaban.
—¿Qué me sucede? —se preguntó incómodo con el sentimiento de su pecho. Extrañado prefirió levantarse y darse un buen baño. —Son solo las 3 a.m. —se reprochó molestó.
Agotado sin una pizca de sueño, decidió ir a visitar a Bill, debe estar despierto después de todo le había dicho que él no duerme.
Cada paso que daba le hacía sentir ansioso y alarmado, antes que se diera cuenta empezó a correr a la casa de su Dorito.
Sentia que debía ir lo más rápido posible, necesitaba ver al demonio amarillo. Al entrar en la casa, miró la sala sin encontrar nada.
—Dorito, ¿Dónde estás? —se preguntó asustado tocando su frente, esta acción fue inconsciente, pero le ayudó mucho al lograr ver a Bill removiendose incómodo en un futón del tercer piso de su cuarto.
El pequeño niño corrió hasta el demonio, viéndolo allí en el suelo.
—¡¡Bill, despierta!! —grito alarmado.
—Pinetree… —murmuró con una mueca en su rostro abriendo los ojos reluciendo en un tono naranja.
—Bill, ¿Estás bien? —preguntó nervioso, esa es la primera vez que ve ese color en sus ojos.
—Pinetree, me siento extraño. —murmuró sintiendo algo extraño en su pecho.
—Naranja. —susurró Dipper más tranquilo tomando las mejillas del demonio. —Lo más seguro es que sea incomodidad.
—Incomodidad, pero eso solo sucede cuando… —de repente se detuvo, en sus ojos se mostraron diferentes imágenes pasando a paso veloz.
—¿Dorito? —lo llamó nervioso, al no obtener respuesta volví a llamarlo alterandose. —¡¡Bill, Bill!!
Fight Falls
—Oh vamos, Tyrone se que puedes hacerlo mejor. —ánimo Phill con una gran sonrisa luego de esquivar una patada.
—No ayudas Phill. —comentó el castaño respirando agitado.
—¿De verdad, Mi Señor~? —se burló el demonio rojo.
—Cállate, Nacho. —gritó molesto golpeando fuertemente la nariz del demonio.
—¡Lo hiciste! —gritó emocionada Mabel.
—¿Lo hice? —se preguntó emocionado el gemelo, estaba apunto de burlarse de su pareja hasta que lo vio caer de espaldas. —¡¡Phill!! —gritó alarmado.
Tyrone se agacho asustado viendo a su pareja proyectar imágenes en sus ojos rápidamente.
—¡Tíos algo le pasa a Phill! —gritó asustada Mabel corriendo dentro de la cabaña.
Reverse Falls
—¡¿Como puedes ganar siempre?! —le reprochó Mason cruzándose de brazos.
—Oh, vamos Amo, no es para tanto. —rió divertido Will. —¿Que tal si hacemos algo más~? —preguntó empujando la mesa hacia abajo que desapareció al contacto.
—Bien. —respondió rodando los ojos.
De repente el lugar completamente blanco empezó a parpadear en tonos oscuros.
—¡Mason! —gritó asustado Will cuando su Agapē fue empujado hacia atrás. Trató de acercarse a este, pero se golpeó contra un muro invisible.
—Will, estoy bien. —le dijo levantándose del suelo.
—Pe-Pero… —Trató de refutar, pero se detuvo cuando su cuerpo humano cambió al demoníaco.
—No puede ser. —se escuchó la voz nerviosa de Bill en su forma de triángulo tras su hermano.
—Esto es malo. —gruño con molestia Phill llegando en una ráfaga de luz.
Allí quedaron los tres hermanos Cipher's en el mismo lugar.
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Contrato: Unión
FanfictionBill y Dipper son enemigos pero, ¿Que pasa cuando el demonio empieza a entrar en sus sueños por puro aburrimiento? Será posible que sean amigos y hasta algo más. Phill solo quiere encontrar algo en lo que entretenerse, no espera encontrar a una pers...