Capítulo 60

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Narrador

—¿Dipper? —preguntó Mabel desconcertada al ver a su hermano entrando a la cabaña antes de dejar todo su peso en la puerta, con una gran y boba sonrisa.

—Ehh. hey, Mabel. —saludó aún sin quitar su tonta sonrisa.

—¿Y a este que le sucede? —preguntó extrañado Stan.

—¿Que? ¿A mi? Nada, nada. —respondió con una suave sonrisa. —¿Hay algo para comer? —preguntó sin dejar ese aire y sonrisa brillante.

—¡¡Oh, amantes a los suéteres!! —gritó emocionada Mabel viendo a su hermano caminando feliz a la nevera, encontrando un plato de comida tapado con un rollo de papel aluminio. —¡¡Te enamoraste de alguien!! —volvió a gritar con chillidos de por medio.

El castaño casi deja caer el plato ante la afirmación de su hermana, nervioso metió el plato al microondas sin mirarla sabía tenía el rostro completamente rojo.

—¡¿Que pasa?! ¡¿Quien fue?! —gritó el tío Ford alarmado entrando a la cocina apuntandonos con una extraña arma futurista.

—¡¡Ford baja eso!! —le gritó de vuelta mi tío Stan, acercandose para bajar el arma.

—Entonces… ¿Quién gritó? —preguntó desconcertado.

—Fui yo. —habló emocionada Mabel. 

—¿Por qué? —preguntó de nuevo extrañado mientras que Dipper sacaba su comida del microondas.

—Pues es obvio, ¡¡Dipper está enamorado!! —volvió a gritar emocionado, casi logrando que dejara caer el plato de nuevo, antes de llegar a la mesa.

—¡¡Mabel, deja de decir cosas que no son ciertas!! —le devolvió el grito el gemelo sentándose en la mesa para poder comer.

—¡¿Cómo me puedes decir eso?! ¡¿Siquiera vistes como llegaste?! —me preguntó molesta golpeando la mesa.

—Es cierto niño, tenía una sonrisa ridícula. —se burló Stan riendo.

—Oh, ¿Estás saliendo con alguien? —preguntó ligeramente curioso Ford.

Los tres miraron como el castaño se sonrojo hasta las orejas. —¡¡No es su asunto!! —gritó alterado empezando a comer rápidamente.

—Hey, hey, te vas atragantar. —hablo preocupado Stanford.

—Oh, vamos hermanito, dime, dime, ¿Quién es? —insistió su hermana divertida.

—Si, si, ¿Quién es la afortunada? —le siguió el juego Stanley.

—¡Aah!! ¡Déjenme en paz! —gritó fastidiado Dipper tomando su plata y lavarlo rápidamente para irse a su cama, aún así seguía escuchando las burlas.

Una vez en su sábanas se enrollo por completo, empezando a pensar.

¿Sonrisa ridícula? ¿Enamorado? Eso es una locura.

Yo… no podría estar enamorado de Bill.

¿Entonces por qué te gustó el beso? —me preguntó mi subconsciente.

Bueno, fue por que…

¿Y por qué te preocupas tanto por él?

Porque es mi amigo, obviamente me preocupo por él.

¿Por qué no te molesta que invada nuestro espacio personal?

¿Que…? Claro que sí. —respondi ofendido.

Si sabes que te abrazo y te tomo por la cintura antes de teletransportarse al bosque.

Ehh, bueno… 

También tomaste sus mejillas.

Tengo debilidad por las pecas, ¡¿Bien?! —exclamé molesto.

¿Entonces… no te importa besarlo incluso si no es para curarlo?

¡Ahg! ¡Cállate! Solo quiero dormir. —grité molesta removiendome en mi cama para poder dormir, lo cuál logré en un par de segundos.

—Hermanito~ —escuche la voz antes de sentir como se tiró encima mío, sacándome todo el aire.

—Ma-Mabel. —trate regañarla tratando de recuperar el oxígeno.

—Vamos, Dip-Dop es hora de desayunar. —me dijo alegre marchándose antes que empezara a regañarla.

Esta hermana mía. —pensó con fastidio.

Una vez se recuperó se dio un baño y se vistió. Al bajar se encontró a su familia desayunando.

—He, tío, ¿Podrías darme la tarde? —le pregunté cauteloso, no había acordado un encuentro con Bill pero, estoy muy curioso con el cambio de colores en sus ojos.

—¿Para qué? —me preguntó con una sonrisa pícara.

—Voy… a reunirme con un amigo. —comentó bajando la voz con cada palabra.

—Si, claro te verás con tu "amigo". —le dijo Stan creyendo que mentía y se encontraría con alguna chica. —Adelante, tienes la tarde libre pero trabajarás la mañana.

—Claro. —exclamó animado el gemelo.

—¿Que? Pero yo quería tener una charla con las chicas. —reprochó Mabel.

—Lo siento, calabaza pero él pidió primero además se verá con su "amigo". —insinuó de nuevo el mayor.

Dipper no podía evitar sonrojarse al pensar en su debate de ayer.

—Esta bien, lo dejaré pasar por esta vez. —se unió a la burla su hermana.

—Yo-Yo voy a abrir la tienda. —dije apurado Dipper para escapar de esa situación.

Contrato: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora