Bill y Dipper son enemigos pero, ¿Que pasa cuando el demonio empieza a entrar en sus sueños por puro aburrimiento? Será posible que sean amigos y hasta algo más.
Phill solo quiere encontrar algo en lo que entretenerse, no espera encontrar a una pers...
—Se cierran las apuestas. —afirmó el árbitro. —La primera batalla será… Big Dipper vs Calavera.
—¿Decidiste el orden? —preguntó extrañado Bill.
—Para nada. —le respondió el castaño rudo.
—Parece que tú tío lo arregló para poner más tensión. —explicó Will viendo al presentador.
—Entonces, ¿sabes el orden? —preguntó curioso Tyrone.
—No sé, el presentador no lo sabe, va diciéndolo mientras se entera. —respondió Bill.
—Y tú tío está pensando en muchas cuentas, no logré averiguar el orden. —comentó Phill soltando un suspiró.
—Big Dipper. —volvió a llamar el hombre.
—Súbete. —afirmó Phill acercándose al castaño. —Lo harás bien. —murmuró en el oído contrario.
Tyrone se estremeció, frunció el ceño molesto empujando al demonio rojo, con las mejillas enrojecidas subió al ring donde Nate ya lo esperaba.
—¡Comiencen! —gritó entusiasmado el hombre acompañado de un gong.
Tyrone
Nos acercamos despacio en la espera de alguna acción del otro, al ver a Nate enviarme puños los esquivé fácilmente.
Es extraño, pero mi cuerpo se mueve antes de que siquiera lo analice, esquivando los puños y patadas de Calavera.
Cuando se acercó lo suficiente para darme un golpe, lo bloquee con mi brazo.
El otro aprovechó esto para darme un golpe al estómago, al verlo tan cerca le di un golpe en la barbilla, dio una salto hacia atrás para apartarse de mí.
Lleve las manos a mi estómago, sus golpes son fuertes.
—¿Estas bien? —escuché la voz de mi tonto Nacho.
Sonreí sin poder evitarlo. —Si. —susurre.
Calavera al pensar que era su oportunidad se vino contra mí, aproveché para golpear su estómago, seguí los golpes consecutivos, pero al verlo caer di un paso hacía atrás.
Al ver una mueca en su rostro, pensé que sería mi oportunidad.
Que tonto soy. —pensé frustrado al dejarme hacer una llave tipo Jigoku-jime del tipo Judo, me mantenía ambos brazos y el cuello atrapado entre sus brazos.
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(Descripción visual)
—Maldita sea, suéltame. —escuché el gruñido de Phill.
Mierda, si sigo así se terminará metiéndose en la pelea. —pensé sintiendo como me quedaba sin aire.
—Ya saben nuestras reglas, pero las repetiré. —escuché la voz del árbitro. —Sólo si se mantienen inmóviles empieza la cuenta, si se quedan inconscientes o se rinden pierden. —comentó al verme retorcerme sabía que no podía empezar a contar.
Fastidiado con la situación apreté con la poca fuerza que tenía la manga de la camiseta y la pantaloneta de Calavera, empecé a abalanzar mis piernas hasta mantenerlas arriba.
Escuche el quejido de Calavera al tener todo mi peso encima de él, poco a poco empezó a aflojar su agarre, deje que la gravedad hiciera su función y caí del otro lado dando una vuelta de carro.
—Es increíble, Big Dipper se ha liberado de la llave secreta de Calavera. —escuche al presentador animado mientras yo tosía fuertemente, si hubiera seguido así hubiera caído inconsciente.
Mire al chico frente a mí, se levantó de un salto, me sentía algo mareado, debía acabar con esta pelea de una vez.
En mi pecho sentía una ansiedad que sabía que no era mía, sabía que provenía de Phill.
—¡Tyrone! ¡Vamos! ¡Tú puedes! —me animo mi hermana, lograba escuchar sus gritos por encima de los demás.
Al verlo acercarse a mí, bloquee sus golpes como puede. Si esto sigue así perderé completamente.
Al verlo seguir lanzando golpes uno tras otro supe que tenía una oportunidad.
Con mi antebrazo golpeé bloqueando sus brazos enviándolos hacia el lado izquierdo, dejando al descubierto su abdomen, le di un golpe lo más fuerte que pude haciéndolo retorcer, enseguida le di una patada en el mismo lugar logrando sacarle todo el aire, sin darle tiempo le di una patada en la nuca, en uno de los puntos que deshabilita el equilibrio, según palabras de Bill.
Se tambaleó hacia un lado tratando de levantarse, me acerqué pateando su pecho para dejarlo caer al suelo.
—Ríndete. —le dije, no aguantaría más si seguía más, ninguno de los dos.
—N-No. —me respondió con la voz tambaleante, al ver sus manos tratar de aferrarse en mi pantalón lo golpeé fuertemente en su estómago haciéndolo soltar de nuevo el aire.
—Ríndete. —le ordené molesto, siento mi cuerpo pesado, estoy a punto de perder la conciencia, al verlo mirarme desafiante volví a golpear su estómago.
—¡Ríndete Nate! —escuché la voz desesperada de Lee, este giro su cabeza hasta él.
Con mi respiración acelerada mire a Lee de reojo cerca del ring, su mirada demostró miedo y desesperación.
—Rín… dete. —murmuré agotado, mi cuerpo se sentía entumecimiento, aún así golpee de nuevo su estómago.
—Yo-Yo… me-me rin-rindo. —murmuró agotado relajado todo su cuerpo.
—¡¡El ganador es Big Dipper!! —gritó animado el árbitro, caí de rodillas al suelo y vi a Lee acercarse velozmente a Nate.
—Tyrone… —escuche la voz preocupada de mi torpe Nacho sintiendo sus brazos envolverse, con ese olor a Lycoris me desmaye entre sus brazos.
Narrador
—Lo hiciste bien. —murmuró Phill tomando a su Señor pasando sus brazos detrás de las rodillas y rodeando su espalda para después levantarlo.
—Definitivamente ganaré. —murmuró con molestia Lee mirando al pelirrojo ayudándo al peli-negro a levantarse.
—Eso lo tienes que ver con mi hermano. —respondió con una sonrisa de soberbia antes de marcharse a su lugar.
—Acuestalo. —afirmó preocupado Bill apareciendo un edredón en el suelo.
—Tranquilos estará bien. —dijo Will tratando de calmarlos ayudando a Phill recostando al castaño rudo.
No dijeron nada más, el demonio de la ira empezó a curar a su Agapē preocupado, no estaría tranquilo hasta que viera los ojos chocolates de su Señor.
—Cálmate Phill, estoy bien. —murmuró suavemente Tyrone abriendo los ojos, su cuerpo se sentía cálido sabía que su demonio curó sus heridas y su agotamiento físico, aún así se sentía cansado mentalmente.
—Mi Señor. —murmuró aliviado Phill acariciando las mejillas del otro.
—Los próximos peleadores son Dorito vs Boom.
—Me toca a mi. —dijo divertido con una leve risa baja, algo que asustaría a cualquiera.
