Capítulo 59

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Bill

Me salí de su recuerdo de inmediato por eso su mente estaba tan apartada a comparación de otros días.

—¿Qu-Qué fue eso? —preguntó extrañado tocando su cabeza.

—Viste todos mis pensamientos sobre tus recuerdos. —le respondí sincero, no quiero que desconfíe de mí.

—¿Me dices la verdad? —me pregunto preocupado, 

—Te digo completamente la verdad, lo único que me unía a tu tío fue un trato. —le respondí con total sinceridad.

De la nada sentí sus cálidas manos tomar mis mejillas, acariciando mis pecas haciéndome sentir nervioso.

—¿Por qué desconfía tanto de ti? —me volvió a preguntar, su rostro frente a mi me estaba poniendo nervioso, mi corazón empezó a latir frenéticamente.

¿Por qué no pregunta por la protección? —escuche su murmullo nervioso.

—————

—Simple, no le preocupa al tenerte a ti. —murmuré para mi mismo.

—————

—No lo sé, yo le advertí que su invento no era seguro, pero no escucho mis advertencias y lo absorbió. —le respondí en un susurró.

¿Cómo podía molestarme por lo que hizo? Se que esta inseguro y no me importa si duda, estaré aquí para decirle que nunca le fallare cada vez que dude.

—¿Por que tus ojos cambian de color? —preguntó trague en seco, no quería que saliera esa pregunta.

—Ehh, mis ojos no cambian de color. —le respondí nervioso, no quería mentirle, pero lo hice sin darme cuenta.

—Entonces cambian dependiendo de los que sientes, el blanco es cuando dices la verdad, el negro cuando mientas, el rosado es probablemente vergüenza. —soltó de la nada, su hipótesis acertando por completo soltando mis mejillas bajando la mirada. —¿Que significa el plateado? —pregunté interesado, volviendo a alzar la mirada.

—Y-Yo no lo sé. —le respondí, de verdad que no quiero mentirle y ya no me importa decirle la verdad.

—Entonces, ¿Qué sentiste cuando te dije que los tenias plateados? —pregunto aún más interesado, mirándome a los ojos fijamente se veía como las últimas luces del sol alumbraba su rostro.

Se ve como un perfecto Ángel.

—Bueno… —murmuré llevando mi mano al mentón, tratando de tranquilizar mi corazón enloquecido. —Sentí algo en el pecho, se sentía como si algo estallara en mi pecho… algo ¿Emocionante? Como si no pudiera controlarme y necesitaba moverme si o si. —respondí confundido.

—No será… ¿Éxtasis? —me dijo inseguro.

—¿Éxtasis? —le pregunté extrañado.

—Es un estado cuando una persona o demonio. —comentó burlón mirándome fijamente. —Se siente un placer, una admiración o una alegría tan intensos que no puede pensar ni sentir nada más. —me respondió de forma inteligente, su mirada analítica se ve tan sexy.

—Y-Ya veo. —murmuré bajando la mirada al ver a donde iban mis pensamientos.

—Emm, ¿A cuántos colores puedes cambiar? —me preguntó de nuevo con esa expresión tan linda y curiosa, ladeando la cabeza para juntar su mirada con la mía.

—¿Ah? —solté confundido, la luna que empieza a dar acto de presencia alumbraba su rostro haciéndole ver aún más el lindo y tierno Ángel que realmente es.

Contrato: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora