Capítulo 84

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Dipper 

La emoción vibró por mi pecho extendiéndose por todo mi cuerpo, hoy tengo mi primera cita oficial.

Quería cambiar un poco mi vestuario, pero no tenía mucha ropa diversa, solté un largo suspiro resignado, tendría que pedirle a Mabel que me ayudara a comprar ropa un día de estos, por ahora no me queda de otra que usar mi habitual ropa.

Un chaleco tipo americano azul y blanco con el logo de pino en el pecho llamó mi atención, un regalo de ellos hacia nosotros.

Bueno al menos podría usar algo diferente. —pensé feliz, cambiando mi habitual chaleco sin mangas. Arreglé un poco mi cabello, aunque debido a su esponjosidad no logré mucho por lo que me enganché mi gorro, con el cual me gané mi apodo.

Una vez listo me di una última revisada frente al espejo. —No está mal, ¿Cierto? —me pregunté a mi mismo nervioso. 

(Créditos a su respectivo autor)

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(Créditos a su respectivo autor)

Mire la hora en el despertador de la habitación de mi hermana y mía, solo para alarmarme al darme cuenta que voy atrasado por un minuto.

Mi hermana tiende a burlarse de mi puntualidad, pero la verdad me incomoda retrasarme, aún peor cuando él me está esperando sin contar que siempre está antes que yo.

Sacudí mi cabeza dejando de lado todos esos pensamientos antes de correr escaleras abajo como un rayo.

—¿Dip-Dip? —escuché el llamado impresionado de mi hermana.

—¿A dónde vas chico? ¿Acaso tienes una cita? —se burló mi tío Stan tomando un sorbo de su refresco en su sillón, ambos miraban Patotective.

Me sonroje hasta las orejas al escuchar esas palabras. —¿Qué…? Pff, claro que no. —dije riendo nervioso evitando mirarlos.

—¡¡Kyaaa!! ¡¿De verdad tienes una cita?! —gritó animada mi hermana.

—Suerte amigo. —me dijo Soos mostrándome su pulgar con una sonrisa animada, al otro lado del sofá, no lo había logrado verlo antes.

—¡S-Se equivocan! —grité avergonzado antes de salir corriendo azotando la puerta fuertemente. —¡¡Aaah!! ¡Tonto, tonto! ¡Grandísimo idiota! —grité alterado siguiendo corriendo sin un rumbo fijo, al no estar mirando al frente termine chocando contra alguien, termine en el suelo encima de esa persona.

—¡Auch! —me queje levantando mi cabeza sobre el estómago de quien choque.

—Mierda, niño, levántate. —se quejó esa voz familiar que siempre que estaba cerca algo terminaba mal para mi.

—Ro-Robbie, lo siento. —solté más por costumbre que por cualquier cosa.

—¿Están bien? —preguntó Tambry preocupada acercándose a mí y dándome una mano para ayudarme a levantar.

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