Capítulo 44

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Will 

¿Cuántos días han pasado?

No estoy seguro, deje de contar porque me hacían añorar a Mason.

Incluso con mi conexión con él mis poderes no me permitieron seguir viéndolo, aunque él seguía apareciendo de vez en cuando mientras dormía, lo cual era un alivio para mi.

Aunque lo extraño demasiado.

Al oír la puerta abrirse, automáticamente supuse que era Soos, a pesar de decirle que no necesitaba comida seguía dándome a escondidas de Ford.

Es un gran amigo, es comprensible que se entendiera con Mason, recuerdo perfectamente la primera vez que apareció por esa puerta.

Flashback 

—¿Hola? —escuché la voz de alguien acercándose, pero no podía decir nada de mi boca solo salían quejidos y gritos de dolor.

Al sentir como Ford dejaba de utilizar mi magia con su estúpido cetro me deje caer en el frío suelo de la celda.

Escuche como la puerta se abría, pensé que sería Stan en cambio era ese gordito con una expresión preocupada.

—Oh, por… ¡¿Te encuentras bien? —me preguntó acercándose a mí, a paso veloz.

—Si, estoy bien. No es nada. —le respondí recuperando mi aliento.

—Pero… no pareces encontrarte bien. —me dijo frunciendo el ceño, se notaba nervioso y preocupado. —Voy a abrir esto. —afirmó llevando su mano a la cerradura.

No era como si no pudiera salir, si podía, pero era más fácil quedarme aquí y no ver al imbécil de Ford, además no me gustaría que me vieran colapsar en cualquier lugar, Ford utiliza mi magia en cualquier momento o circunstancia.

Detuve su mano antes de que abriera, lo último que quería era que se la cobrará con uno de sus sirvientes.

—No, es mejor así. —murmure alejando su mano.

Me miró fijamente unos segundos sin saber que hacer, por muy mal que me vea ese hombre no podrá hacer nada. —¡Ya sé! —afirmó golpeando su puño contra su palma. Se levantó y corrió fuera de la habitación.

Pensé que no volvería y al ver a Mason llegar me entretuve.

Que equivocado estaba.

—Ten cuidado, Mason. —dije al ver su "espíritu" desvanecerse, al parecer se tomó una siesta en la biblioteca de su escuela.

—¿Mason? ¿Conoces a Mason Gleeful? —preguntó impresionado Soos entrando a "mi" habitación con una bandeja de comida.

—Claro que lo conozco, es mi Agapē  —le respondí, decir esas palabras me daban suficiente valor para poder soportar esto.

—¿Agapē? —me preguntó extrañado. —¡¡Eres tú!! —me gritó señalándome dejando la bandeja a mi alcance. —El chico que busco todo el verano. —afirmó impresionado. —Espera… —murmuró desconcertado. —¿Él sabe que estás aquí? ¿Cómo estabas hablando con él aquí? ¿Qué es un Agapē? ¿Por qué desapareciste de su vida? 

—¡Detente! —afirme al ver que su cabeza está a punto de estallar. —Si, sabe que estoy aquí. —le dije, al ver que iba a abrir la boca me le adelanté. —Se enteró antes de marcharse. Mason es mi Agapē, por lo que tenemos una conexión espiritual por así decirlo, con ayuda de mi magia puedo verlo a cualquier hora del día. —seguí respondiendo sus preguntas, no está de más poder hablar con alguien sobre él.

Contrato: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora