DipperMe sentía nervioso y asustado todo era oscuridad, adonde quiera que miraba.
Me sentí desesperado buscando algo sin poder encontrarlo, me puse en posición fetal sin poder hacer nada cuando sentí que me miraban de todos lados.
Abrí los ojos extrañado mirando esos ojos que aunque fueran terroríficos, calmaron mi miedo.
De repente entre la oscuridad logré escuchar la dulce voz de ese extraño ser como un suave arrullo, que me mantenía con calma.
—Hey, ¿No te cansas? —le dije a la suave voz que me decía que confiara en mí mismo.
—Eres la mejor persona del mundo, sé que podrás vivir bien sin mi.
—¿Sin ti? Ni que te necesitara tanto. —murmuré rodando los ojos, pero no pude evitar sonreír.
—Pero no me engañes con cualquier dorito que encuentres, ¡¿vale?! —habló en un tono de reproche, pero me pregunto porque sentía que estaba haciendo un puchero.
—¿A-A qué te refieres con Dorito? —pregunté avergonzado bajando la mirada a mis manos.
—Porque sin importar que, se que siempre me…
¿Qué…? —pregunté confundido al no escuchar lo último. —Hey, ¿Qué estás diciendo? —le pregunté extrañado.
—¡......! —sabía que estaba hablando, pero no lograba escucharlo.
Jadee abriendo los ojos de golpe, reparando el extraño cuarto color blanco, me senté en la acolchada cama igual de blanca, que a su lado había una silla con un manta encima tratando de ocultar lo incómoda que se ve.
—¿Dónde… estoy? —me pregunté llevando una mano a mi cabeza.
No sentía dolor, me sentía aliviado y ligero, en mi pecho unas extrañas pegatinas pegadas conectadas a un aparato donde sonaban varios pitidos.
—Esto es… ¿Un hospital? —me pregunté a mi mismo extrañado.
—Veamos como… —comentó una enfermera entrando en la habitación completamente blanca. —¡Oh, por Dios! —gritó impresionada saliendo rápidamente de la habitación. —¡¡Doctor!! ¡¡Doctor!! ¡El chico al fin despertó! —logre escuchar por completo sus gritos a pesar de su lejanía.
—¿Desperté? —murmure extrañado quitándome esas molestas cosas pegadas en mi pecho, allí noté una collar en forma de triángulo. —¿Y esto? —me pregunté a mi mismo tomándolo entre mis dedos. —¿Siempre lo he tenido? —me volví a preguntar, sonreí sin poder evitarlo.
Pero rápidamente cayó mi sonrisa al sentir que algo no estaba bien, sentía que algo faltaba… y un nudo en la boca del estómago. —¿Qué me pasa? —me pregunté confundido tocando mi pecho, al cerrar los ojos lograba notar un extraño vacío en el pecho. —Qué extraño.
Cuando un doctor apareció, me encontré con la gran sorpresa de que he dormido durante todas las vacaciones y que estaba de cumpleaños…
Mi cumpleaños número 14.
—Le daré las buenas noticias a tus familiares, estás despierto y… en perfecto estado. —dijo alegre, aunque lo último sonó si leyera un cuento de hadas y se hiciera realidad.
—Ah~ ¿Por qué siento que algo no está bien? —me dije a mi mismo desarreglando mi cabello después de ver salir al doctor.
Más tarde mi hermana me dijo que el collar fue un regalo de cumpleaños y me hizo prometer no quitarmelo jamás, yo acepté sin más, no iba a negarme a una petición como esa de parte de mi hermana, aparte siento un gran apego al collar.
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Contrato: Unión
FanfictionBill y Dipper son enemigos pero, ¿Que pasa cuando el demonio empieza a entrar en sus sueños por puro aburrimiento? Será posible que sean amigos y hasta algo más. Phill solo quiere encontrar algo en lo que entretenerse, no espera encontrar a una pers...