Capítulo 58

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Bill

Trate de entrar a la dimensión chocando contra una barrera, lo de siempre. Golpee un par de veces la barrera hasta que me dejó entrar.

Chasquee los dedos apareciendo en algún lugar cercano a mi lindo Ángel Pinetree, estaba en un callejón cerca de una calle muy concurrida, no muy lejos de allí logré ver a mi Agapē.

Demonios, ¡¡Es mi Agapē!! —pensé emocionado, antes de correr hacia él al verlo apoyarse en sus rodillas se veía cansado, aparecí una botella de agua sin que nadie lo viera.

Suspire contenido la emoción que siento al verlo, creo que mi corazón estallará.

—¿Quieres un poco de agua? —le dije bajando la botella para que lograra verla desde su posición encorvada con esa sonrisa cautivadora, quería saber que provocaba en Pinetree.

Lo miré ansioso al verlo subir la mirada. —Ese tonto demonio rubio… con ojos ¿plateados? —pensó al verme ignorando por completo mi sonrisa.

¿Ojos plateados? —pensé desconcertado. —¿Tengo los ojos plateados? —pregunté totalmente confundido  dando un paso hacia atrás.

Mi tierno Pinetree asintió lentamente antes de preguntarme de forma cautelosa. —¿De verdad eres Bill? 

—Oh~ vamos Pinetree, ¿Quién sería si no fuera yo? —le respondí con diversión al verlo actuar así.

Efectivamente es mi dorito. —escuché su pensamiento antes de darme un "fuerte" golpe en el pecho.

Oww, incluso él sabe que su fuerza es nula. —pensé con ternura. —¿Eso por qué fue? —pregunté tratando de ocultar la ternura que siento por él.

—Por tener tiempo para hostigar a mi tío pero no para visitarme. —me gruñó con molestia.

—¿Qué? —Solté confundido. —He estado en la dimensión de mi hermano, no he venido acá y no sacrificaría mi magia para entrar en su sueño, además creo recordar que tiene una estúpida placa en su cabeza. —le respondí irritado. —¡¿Qué diablos le dijo Six Fingers?!

Entonces… ¿No fue él? —escuché su pensamiento aliviado.

Entonces eso… 

—Hey, Pinetree, ¿Eso que huelo son celos? —le pregunté divertido acercándome a él, me sentía ansioso por su respuesta.

—¿Tus ojos por qué cambian de color? —me preguntó interesado, sus ojos brillaban con curiosidad.

—¿Eh? ¿Volvieron a cambiar? —preguntó confundido, nunca habían cambiado tan seguido.

—Ahora son mitad plateado y mitad rosado. —me respondió maravillado, sus ojos relucieron aún más.

Se ve aún más tierno.

—S-Solo toma tu agua. —le dijo tratando de ocultar los nervios, entregándole la botella antes de irme a paso veloz.

—¿Eh? B-Bill, espera. —me llamó Pinetree pero no quería que siguiera viendo mis ojos.

Solté aire más calmado, al ver a ese lindo Ángel mirando alrededor buscándome tome su brazo antes de que abriera la botella, lo tomé de la cintura antes de chasquear los dedos y aparecer en el bosque.

—Bill. —me regañó frunciendo el ceño tiernamente apartándose unos centímetros para tomar el agua de la botella, al acabarse hice que se desintegrara la botella.

—Entonces… ¿Estabas celoso? —preguntó de nuevo, tengo mucha curiosidad con su respuesta.

—De verdad quería que olvidara eso. —pensó Pinetree desviando su mirada

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