Bill y Dipper son enemigos pero, ¿Que pasa cuando el demonio empieza a entrar en sus sueños por puro aburrimiento? Será posible que sean amigos y hasta algo más.
Phill solo quiere encontrar algo en lo que entretenerse, no espera encontrar a una pers...
—Bill, se acabarán pronto las vacaciones. —murmuró desanimado Dipper moviendo sus pies de un lado a otro, luciendo como un tierno niño.
—¿Y eso qué, Pinetree? —preguntó Bill con una suave sonrisa abrazando por la cintura al pequeño sentado de lado en su regazo.
—Dorito, me voy a ir cuando las vacaciones terminen. —le respondió tomando las mejillas del demonio. —Tendré que dejarte. —dijo acariciando sus pecas.
—¿Qué? —preguntó confundido. —Pe-Pero puedo ir contigo. —habló esperanzado.
—Pero Bill, tienes el bosque. —comentó deprimido el castaño, bajando la cabeza y soltando sus mejillas. —Además como puedes irte conmigo, no puedo llegar a casa con un desconocido.
—Pinetree… —lo llamó dulcemente alzando la mirada del niño. —Estaré en mi forma de demonio, estaré a tú lado siempre y aparecere cada vez que me necesites. —le dijo tomando el collar con un dije de triangulo.
—¿D-De verdad? —preguntó esperanzado con los ojos vidriosos.
—Si. —afirmó con una suave sonrisa. —Pero… más que eso, quiero que de verdad te conviertas en mi Lord. —habló decidido.
—¿Qué? —soltó confundido. —¿Tu Lord? ¿Te refieres a eso que son tus hermanos con sus parejas? —preguntó entre extrañado y emocionado.
—Si, solo quiero que seas tú el único que tenga poder sobre mi, quiero pasar toda mi eternidad contigo. —murmuró sonriendo suavemente. —Entonces, ¿Te gustaría ser mi Lord? —volvió a preguntar.
—Si. —gritó emocionado abrazándolo fuertemente.
El Cipher mostró una gran sonrisa chasqueando los dedos para aparecer un pergamino y una pluma.
—¿Me dejarías leerlo? —preguntó tímido.
—Claro que sí. —le respondió tiernamente.
Dipper empezó a leer todo el contrato, con cada letra y cada palabra de ese contrato se emocionaba mucho.
El demonio esperaba un par de preguntas antes de firmar cuando de repente tomó la pluma y firmó.
—Pinetree… —soltó asombrado, sus palabras se quedaron allí cuando sintió el aire abandonar sus pulmones una extraña corriente recorrió su cuerpo por completo y de la nada un ardor en su brazo derecho.
El castaño se asustó al ver al demonio temblar, pero soltó un quejido al sentir por igual un ardor en su brazo izquierdo.
—Al fin… está completo. —habló emocionado Bill estampando sus labios contra el otro.
Todo sucumbió a la oscuridad, antes que alguno de los presentes lo notaran los colores volvieron, colores oscuros y fuertes.
—Adiós. —se despidieron los gemelos de sus invitados de su fiesta de despedida.
—Te esperé allá. —le envió un mensaje al demonio en su mente.
—Si, tendré que terminar algunas cosas, pero te veré allá.
El castaño soltó un suspiro aliviado antes de subir al auto de Stan.
Mientras iban en camino a la estación de autobús cuando un cuadrado morado con una corbata negra, sombrero y un pequeño paraguas los interceptó golpeando al auto.
En un instante se transformó en un muchacho con traje negro y morado, cabello largo que le tapa los ojos
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