Capítulo 34

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Narrador

—Es mejor que me vaya. —comentó Will soltando un suspiró dejando ver un "humo" debido al frío.

—¡¿Eh?! Pero si no pudimos subir a ninguna atracción, por lo menos podemos ir a algún lugar. —reprochó Mabel haciendo berrinche.

—Si, pero ya dimos una vuelta por el pueblo, obviamente tenía pensado pasarme toda la tarde con ustedes, pero como no se puede y tengo que terminar mi trabajo. —habló el peliazul rascándose la mejilla de forma nerviosa.

—Pe-Pero, ¿No puede ser después? —insistió la castaña con un puchero en los labios.

El demonio mostró una mueca de consternación por más que quisiera pasar el rato con el gemelo debía terminar su trabajo si quería ver de nuevo a Mason dormir.

—Mabel déjalo, tiene trabajo que hacer. —intervino el castaño.

—Pero…

—Tal vez la próxima vez, con más tranquilidad podemos ir. —afirmó el demonio con una brillante sonrisa.

—S-Si. —respondió la chica derritiéndose por esa sonrisa.

—No vemos después. —se despidió entregándole las bolsas al castaño, sin darse cuenta acarició levemente el cabello del contrarío, se separó enseguida al darse cuenta de lo que hacía. —Adiós. —se despidió de nuevo esta vez más tranquilo tomando la bolsa en manos de la gemela.

Esta cerró los ojos esperando una caricia, un beso o algo, se quedó en blanco al darse cuenta que no recibió nada.

—Vámonos Mabel. —habló confundido Mason al ver a su hermana con los ojos cerrados en medio de la calle, el muchacho ya había desaparecido entre las demás personas.

—¿Eh? —soltó decepcionada. —Ah… sí. —volvió a hablar desanimada adelantándose a su hermano. Sus pensamientos inmersos en nuevas tácticas para enamorar a "Bill". —Por cierto, ¿Por qué te quedaste con eso? —señaló a su hermano de arriba abajo.

—Ah, lo olvidé. —habló impresionado, se había olvidado por completo que se había quedado con el sweater de su nuevo amigo.

Will

Corrí tan rápido como pude al bosque, debía pedirle ayuda a Stan, terminar los detalles de la presentación, además de hacer la cena, aunque aún me queda tiempo para eso.

Una vez que volví a ser el demonio triangular bidimensional azul que todos conocen aparecí en la habitación de Stan que se mataba la cabeza con su discurso.

—Stan necesito tu ayuda. —exclamé nada más aparecer.

—Lo siento Will, pero trato de hacer un discurso. —le respondió en automático, su mente estaba frita.

—Eso es lo de menos, si no consigo contratar gente no va a ver presentación. —gruñí molesto al sentirme ignorado.

—¿Eh? ¿Por qué no puedes contratar a alguien? —me preguntó confundido levantando la mirada.

—Umm. —tararee sin saber si contarle o no, pero bueno Stan es una gran persona de la cual confío y, ahora será mi confidente. —Últimamente varios de mis poderes no funcionan, no sé porque, he estado pensado en hacer una investigación, pero… —me sinceré con él. —He estado ocupado.

—¿Por qué estas rosa? —me preguntó descolocado. 

—¡No es nada! —exclamé avergonzado. Solté un suspiró antes de continuar. —Voy a cobrar mi parte del trato. —afirme serio. —Ayúdame cuando no pueda utilizar magia.

—Bien, bien. —soltó tedioso. —¿A quienes tengo que contratar? —me preguntó.

—Yo te dejaré una lista con las personas y sus puestos, el dinero que le vas a ofrecer, absolutamente todo, tú solo tienes que hablar con ellos, ¿bien? 

—Si, sí, ya te dije que sí. —habló Stan aburrido.

—Te prepararé todo para mañana, iré a terminar los detalles de la presentación y hacer la cena. —dije calmado para poder salir.

—Hey, Will. —me llamó, su voz se notaba seria.

—¿Qué pasa? —le pregunté dándome la vuelta era extraño el tono que usaba.

—Tienes un trato conmigo, ¿no? 

—Ehh, si. —le respondí aún más confundido.

—Entonces, rompe el trato con Ford. —me miró fijamente, se notaba que hablaba en verdad en serio.

—No puedo. —le respondí de inmediato.

—¡¿Por qué no?! No ves cómo te trata. —me dijo preocupado. —No sé qué le pasa últimamente, pero muy bien si no te trata. 

—Lo se… pero el trato con él ha durado mucho tiempo, el trato contigo es muy débil a comparación con el de él. La única forma de romperlo es… —traté de explicar, pero me arrepentí al recordar lo que involucra.

Me negaba a hacer algo como eso, si alguna vez lo llegara a hacer sería con mi Agapē, no quería tener que aguantar toda mi existencia a algún saco de carne.

—¿Es? —me sacó de mis pensamientos, se veía impaciente y curioso.

—No, nada. —le dije antes de marcharme.

Aunque lograra encontrar a mi Agapē no es tarea fácil, incluso aunque tenga una marca que me indique quién es. 

Mason

Al llegar a la mansión mi hermana corrió a su habitación seguramente a preparar nuevas tácticas de seducción o yo que se.

Resople al entrar a mi cuarto y ver las plumas regadas por todos lados, levante la mano reuniendo las plumas en el escritorio.

Sonreí al ver el sweater que tenía puesto, aún cuando sé que Mabel en algún momento lo alejara de mí, no podía evitar querer que ese momento no llegará nunca.

Acerqué las mangas a mi nariz olfateando ese aroma tan refrescante y tan delicioso, no se que estoy haciendo, pero me encanta la lavanda.

—Ma-Ma-Mason… —me despertó la voz sorprendida del demonio azul, con nombre Will.

Aunque tenía poco azul en estos momentos, más bien estaba completamente rosa.

—¿C-Cómo llegué aquí? —pregunté nervioso bajando mis manos, no es como si él supiera que esta ropa no es mía.

—Acabas de utilizar teletransportación. —me dijo sorprendido, su color todavía no recuperaba el azul, además de que la comida que está preparando tras de él aumentó la velocidad.

—¿Puedo utilizar teletransportación? —pregunté aún sin creerme que hace nada estaba en mi cuarto y de la nada estoy en la cocina viendo al demonio cocinar a una velocidad que mis ojos ya no podían captar.

—Si, también transformar la materia, son los tres poderes que te presté. —me dijo lentamente mirándome fijamente con su único ojo.

—Ya veo. —fue lo único que atine a decir antes de salir de la cocina.

¡¿Qué está pasando conmigo?! Por qué estás esperando que no llegue el momento… en que Mabel lo aparte. —pensé sintiendo como algo se estruja en mi pecho.

Contrato: UniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora