| T1 | Capítulo 3: Habitaciones.

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*Narrado por T/N*

Reginald terminó de contarme todo; sus experimentos con pogo desde que es un bebé, Grace siendo la mejor doctora en Canadá y su primer grande amor. Después de una charla, me dio el permiso de dirigirme a mi habitación, subí las escaleras con la esperanza de no perderme en tan grande lugar. 

*Narrado por Cinco*

La chica nueva no se ve tan mala, pero hay algo en ella que no me inspira confianza. Tengo que averiguarlo antes de que mi odioso padre nos obligue a convivir más con ella. 

X: Así que este es el cuarto del más grande fastidioso del mundo. 

Al escuchar esa peculiar voz, un poco familiar a mi gusto, me di la media vuelta y noté como estaba t/n observando todo a mi al rededor. ¿Qué buscaba? ¿Cucarachas como en su antiguo hogar?

Cinco: ¿Qué haces aquí?

T/n: Buscaba mi habitación - dijo seria. 

Cinco: Pues obviamente - dije mientras apuntaba por mi alcoba - No es aquí, adoptada. 

T/n: ¿Sabes algo? - decía mientras entraba a mi cuarto - No es muy lógico que me llames "adoptada" cuando estás en la misma posición.

Sin dejarme responder, solo dio la media vuelta y salió de mi cuarto. Tenía razón, los 8 de esta academia somos adoptados, pero al menos 7 de nosotros estuvimos juntos desde bebés, ella solo es una impostora. 

X: Sabes hermano - se escuchó una voz saliendo del closet - Así no es como se trata a una chica. 

Cinco: Ay, espero con acias que Klaus Hargreeves me de clase de conducta - dije sarcásticamente.

Klaus: Pues al menos no soy amargado y termino estando solo - sonríe. 

Cinco: ¿Qué haces en mi habitación, Klaus? 

Klaus: Nada, solo estaba dándome un paseo por la Academia.  

Cinco: Dalo a 20 metros lejos de mi cuarto - sonreí - Ahora, lárgate. 

Klaus salió de mi habitación y yo me dirigí a mi escritorio, quería seguir en lo que estaba planeando y la llegada de t/n no me iba a desconcentrar de mi objetivo. He estado planeando esto por todo un año, no puedo perderlo por una niña huérfana. 

*Narrado por T/N*

Salí de la habitación de Cinco, los pasillos de la academia sí que son solitarios y silenciosos mientras todos se encuentran en sus cuartos. A los minutos de intentar buscar mi habitación, di con ella. ¡Al fin! Ya podré descansar de este día agotador.

T/n: Vamos, t/n - dije para mí sola - Tendrás que volver al orfanato

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T/n: Vamos, t/n - dije para mí sola - Tendrás que volver al orfanato. 

X: ¿Vas a dejarnos?

Me di la vuelta y vi como Klaus entraba a mi habitación, mientras se ponía de lo más cómodo en el sillón que ahí estaba. 

T/n: Pasa, Klaus - dije sarcástica. 

Klaus: ¿Nos abandonarás? - me mira - A penas llegaste y si es por Cinco, él es así.

T/n: No, Klaus - me senté en la orilla de la cama - No es por Cinco. Tengo cosas pendientes en el orfanato que resolver y otras que traer conmigo.

Klaus: Y... ¿Cómo saldrás?

T/n: ¿A qué te refieres? - pronuncié de manera curiosa - Saldré como toda persona normal, por la puerta. 

Klaus: Lo que pasa es que papá no nos deja salir tan fácilmente. 

T/n: Pues tendrá que entender que tengo que ir por algunas pertenencias que dejé allá.

Klaus: Suerte con eso - sonríe.

T/n: No es por ser mala, Klaus - dije un poco seria - Pero estoy cansada y quisiera ya dormir. 

Klaus: Claro - dice mientras se pone de pie y se dirige a la puerta - ¡Buenas noches, t/n!

T/n: Descansa, Klaus - sonreí.

No se ve que sea mala persona o que tenga intenciones malas, siento incluso que Klaus es el más alivianado de todos mis "hermanos", me llevaré bien con él siempre y cuando no consuma toda mi paciencia. 

A comparación de los demás que, al parecer, si los mandan a sus cuartos no vuelves a saber de ellos, Klaus anda por toda la casa. Uno no se da cuenta y él ya puede estar en 3 lugares en poco tiempo. ¿Cuál será su secreto?

Me sumergí tanto en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento me quedé dormida. A la mañana siguiente, lo primero que escuché fue el sonido de una campana y el como nos llamaban para bajar a desayunar. Me preparé para bajar, me bañé y me puse mi uniforme. 

T/n: Carajo - dije mientras acomodaba el chaleco - Que ridículo uniforme. 

X: Yo que tú cuidaría la boca antes de hablar - dice desde el marco de mi puerta.

T/n: Cinco - lo miro - ¿No has pensado en ponerte un cascabel?

Cinco: No. 

T/n: Deberías - seria - ¿Qué haces aquí?

Cinco: Después del desayuno tengo algo que mostrarte - se va.

Ese chico sí que es muy extraño, ni si quiera deja que uno la responda. En fin, debo darme prisa en mi segundo día como "Hargreeves".

ᴛᴡɪɴꜱ? ʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇꜱ | ᴛᴜᴀ | ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora