| T2 | Capítulo 13: Cafetería.

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*Narrado por Cinco*

He tratado de evadir las preguntas de Luther sobre t/n, ¿cómo podría decirle a mi hermano gemelo que me enamoré de la chica que a él le gusta? No puedo hacerlo, menos decirle que la lastimé. 

Diego sigue cuestionándome, a veces me amenaza con sus juguetitos, Allison solo me mira seria, sé que quiere usar el rumor pero también sé que no lo usa en nosotros. Por ese lado estoy a salvo. Bajé a la cocina por un poco de café, estaba cansado.

Allison: ¿Dónde está Vanya? - dijo entrando a la cocina.

Klaus: Ya se fue.

Cinco: ¡Que lastima! - serio - Una manzana entera, 42 cuartos, 19 baños pero ni una sola gota de café.

Allison: Papá odiaba la cafeína.

Klaus: Odiaba a los niños también y los tuvo de amontones - ríe.

Cinco: Me llevo el auto - serio.

Klaus: ¿A dónde vas?

Cinco: A conseguir un poco de café.

Allison: ¿A caso sabes conducir? - sarcástica.

Cinco: No hay nada que no sepa hacer.

*Narrado por Klaus*

Cinco se teletransportó y escuchamos cómo se llevaba el coche, Allison y yo nos quedamos en la cocina platicando, después de un rato llegó Luther. 

Luther: ¿Y Cinco? 

Klaus: Salió por café - sonreí.

Luther: ¿Alguien le seguirá cuestionando el paradero de t/n?

Allison: No - seria - No debemos meternos en los problemas que ellos hayan tenido. 

Luther: Tenían 13, Allison - molesto - Cinco se la llevó de aquí y regresa solo.

Klaus: Solo sé que t/n sigue viva - sonreí - Pero nuestra hermanita no quiere ver al amargado, así que Cinco no la obliga a hacerlo. 

Luther: ¿Qué sabes exactamente, Klaus?

Diego: ¿Siguen hablando de Cinco y t/n?

Klaus: Luther quiere saber el paradero de su amor. 

Luther: T/n no me gustaba - nervioso - Solo estoy preocupado, Cinco se va con ella, regresa solo y les recuerdo que ella era menor. 

Diego: Vamos, Luther - burlón - Todos sabíamos desde niños que t/n te gustaba. 

Klaus: La intentaste conquistar tanto que te dolió que tomara la mano de su amado Cinco y se fuera con él.

Luther: No sean estúpidos. 

Luther salió de la cocina, Diego se iba de la casa y yo con él. Con el regreso de todos los hermanos el ambiente se había puesto muy tenso y eso no nos hacía bien. Nos subimos al coche de Diego y comenzamos a platicar con él.

Klaus: Sabes, Diego - serio - Tenemos hambre. 

Diego: ¿Cómo que tenemos? 

Klaus: Se nos antojan unos tacos. 

X: No deberías comer eso estando en ese estado.

Klaus: Tú cállate - molesto - Nunca me dejas comer algo divertido.

Diego: ¿Con quién hablas, Klaus?

Klaus: Nadie importante. 

X: Di la verdad, Klaus. 

Klaus: ¡Vamos por tacos, Diego! - feliz.

Diego: Está bien - serio. 

*Narrado por Cinco*

Llegué a la cafetería, entré tranquilamente y tomé asiento en frente del mostrador. Recuerdo cuando iba con t/n a las cafeterías mientras estábamos en misiones, carajo, tengo que dejarla a un lado si quiero evitar el apocalipsis. 

El problema son mis estúpidos hermanos, piensan más en dónde está ella que en cómo y por qué regresé con ellos. No puedo decirles lo que les espera porque eso llevaría a más preguntas. Mientras esperaba, vi cómo la encargada del lugar atendía a otra persona, pero no vi a quién.

Agnes: Hola, ¿en qué puedo servirte?

X: Un café negro, por favor - seria - Disculpe, ¿su baño?

Agnes: Es la puerta de fondo - amable - Enseguida le traigo su café. 

Agnes: ¿Qué les sirvo? - amable. 

Sr: Una dona glaseada, por favor. 

Agnes: ¿Y para el chico? - sonríe. 

Cinco: El chico quiere café... Negro - sonreí. 

Platiqué un poco con el señor que se había sentado a mi lado, le pedí una dirección y después se marchó. Nunca levanté la mirada, así que no había visto a la persona que estaba ahí, supongo que esta noche todos nos sentimos solitarios. 

Agnes: Aquí está tu café - amable. 

X: Gracias - serio - ¿Podría hacerme un favor? 

Seguí sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta que Agnes estaba parada enfrente de mí. 

Agnes: Aquí tienes tu café - sonríe - Y te dejaron esto.

Cinco: Gracias - dije serio mientras recibía lo que parecía una servilleta arrugada - ¿Quién lo manda?

Agnes: La persona que estaba sentado justo ahí - sonríe. 

Di la vuelta pero ya no había nadie, ¿quién pudo ser? Comencé a desenrollar la servilleta y solo había un simple mensaje "ellos ya están aquí, cuida tu espalda". Solo significa algo esto, la Comisión ya supo a qué regresé.

X: Acompáñanos, número cinco. 

Cinco: Tardaron más de lo que pensaba en encontrarme - sarcástico.

X: No quiero ir a dormir teniendo en la conciencia que maté a un niño. 

Cinco: Oh - serio - No te preocupes, no te irás de aquí. 

Tomé un cuchillo del mostrador y que comience la acción.


ᴛᴡɪɴꜱ? ʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇꜱ | ᴛᴜᴀ | ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora