ᴛᴡɪɴꜱ? ʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇꜱ | ᴛᴜᴀ | ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ |

| T1 | Capítulo 10: Celular y... ¿Chocolates?.

*Narrado por Luther*

Después de la cena, papá me citó en su oficina, abrió un cajón y me entregó un celular para t/n. El viejo no le levanta el castigo, pero sí le manda un teléfono celular, salí de la oficina y me dirigía a la habitación de t/n.

Toqué la puerta y desde adentro escuché su voz dándome pase, entré y la vi sentada en el sillón leyendo, ¿esa niña no se cansará de leer? 

*Narrado por T/N*

Luther me dio la caja, la abrí y vi un celular, era un bonito color, también venía con accesorios... No me alimenta, pero sí me da un celular.

T/n: ¿Por qué me envió un celular Reginald?

Luther: Todos tenemos uno - sonreí levemente - También te mandó esto.

T/n: ¿Una pedazo de papel? 

Luther: No, tonta - ríe - Es la lista de números de todos en la Academia y para llamadas de emergencia.

T/n: Gracias - le sonreí - No me alimenta el anciano millonario, pero me da un celular costoso. 

Luther: No has probado bocado, ¿verdad? 

T/n: Luther, no quiero sonar grosera contigo pero - lo miré - El que no me veas a las horas de las comidas debería de ser tu respuesta.

Luther: Ya sé - se queda callado unos segundos - Espérame aquí, vuelvo rápido.

T/n: ¡No puedo ir a otro lado! - grité mientras lo veía salir corriendo de mi habitación.

Después de unos minutos, Luther regresó a mi habitación, se le veía feliz... Como si hubiese ganado una competencia, pero se veía tierno y lindo. 

T/n: ¿Le ganaste al fin a Diego?

Luther: ¿Qué? - sorprendido - Yo siempre gano, señorita. 

T/n: Si tú lo dices - reí - ¿A dónde fuiste?

Luther: Fui a traerte esto.

T/n: Luther - sorprendida - ¿No te meterás en problemas por esto?

Luther: Confío en que los sepas esconder bien - sonríe - Bueno, te dejo, t/n. Tengo que entrenar con Diego.

T/n: ¡Suerte, fortachón! - lo abrazo - Así cuando salga de este castigo me cuentas cómo lo venciste.

Luther: Por supuesto que sí - sonríe y me devuelve el abrazo. 

Nos separamos y él se fue, yo cerré la puerta de mi habitación, tomé una de las barras y el resto las guardé, continúe con mi lectura hasta noche. Me metí a bañar y me puse la pijama, cuando salgo del baño, estaba Cinco sentado en la orilla de mi cama.

T/n: ¡Por Dios, Cinco! - dije asustada - Te compraré un cascabel. 

Cinco: ¿Con qué dinero si eres pobre aún? 

T/n: Ahí está el Cinco que conozco - dije seria - Tal vez lo compre con el dinero que me den después de vender tus órganos. 

Cinco: ¿Acabaste el libro que te dio Ben? 

T/n: Me faltan unas páginas, castigada no tengo mucho que hacer. 

Cinco: Yo no te veo tan aburrida si pasas tiempo con Número Uno.

T/n: ¿Luther? - lo miré - Sí, me trajo algo que Reginald mandó. 

Cinco: ¿Un celular?

T/n: ¿Cómo sabes? - sorprendida.

Cinco: Conozco a mi padre - serio - ¿Y de qué más hablaron? Lo vi entrar aquí dos veces. 

T/n: De algo que a ti, numerito con patas, no te interesa - le sonreí sarcásticamente. 

Cinco solo me miró molesto y se teletransportó afuera de mi cuarto, ¿qué diablos le sucede? Si viviré aquí el resto de mis días, mínimo me debo llevar bien con alguien. 

X: Los celos abundan la Academia Umbrella - dice una voz desde mi armario.

T/n: ¿Klaus?

Klaus: Hola, hermanita - sale sonriendo - ¿Cómo has estado?

T/n: Bien - dije confundida - ¿Qué hacías dentro?

Klaus: Tengo escondites, pero solo quería ver que estuvieras bien - sonríe - Me voy y disfruta los chocolates de Luther. 

T/n: Gracias - reaccioné - ¿Qué?

Klaus solo salió de mi habitación corriendo, ¿cómo lo supo? Esta Academia está llena de locos y yo me uniré a ellos si no me voy rápido. Lo bueno es que al menos ya no tengo hambre gracias a las barras de chocolate que Luther me dio. 

Tomé el celular y lo comencé a personalizar, agendé los teléfonos de todos en la academia, no sé por qué hacerlo si no me quedaré mucho y, sobre todo, no los volveré a ver después de irme. Sin darme cuenta, me quedé dormida hasta que en la madrugada un ruido me despertó. 

X: Así que ¿chocolates en barra?

T/n: ¿Qué? - dije adormilada.