Abrió los ojos por el ruido que escuchaba en su cuarto, temeroso de que fuese su padre el que abría cajones y tomaba ropa. Eileen le llamó, percatándose de su despertar.
—Vamos, Severus. Debemos ir al andén pronto si no quieres perder el tren.
«¿Tren? Acaso...», Severus no tardó en actuar por sus palabras. Vio como tenía el material necesario ya en la maleta, con las hermosas portadas de los libros que estudiaría, aunque estos se viesen usados con anterioridad. Ayudó a su madre a meter algo de ropa, aunque sabía que tendría su uniforme. Eileen tomó su mano y salió con él del cuarto, sin embargo Tobías ya esperaba en la puerta que les brindaría la libertad, con una expresión de ira.
—¿Se puede saber dónde vais? —preguntó acercándose a ellos y tomando a Severus del cuello de su camisa.
Eileen sacó valentía por su hijo, una única vez.
—Suéltalo, Tobías.
—Yo decidiré qué hacer con él, ¡es mi hijo! —respondió el otro, empujando al chico contra la pared, en un sonoro golpe.
Los ojos de Severus se abrieron desmesuradamente al ver a su madre clavando la varita en el cuello de Tobías.
—También el mío. Suéltalo ahora.
El agarre se aflojó, pero no por miedo y quizá ese motivo era peor. Eileen empujó a su hijo hacia la salida, que se aferraba a la maleta que contenía todo su material.
—Te vas a arrepentir de esto. —masculló apretando los dientes antes de ver a su familia desaparecer por la puerta.
El lugar estaba repleto de futuros alumnos acompañados de sus progenitores. No lograba ver a Lily, pero sabía que la encontraría en el tren. Sus pasos pararon al ver esa hermosa locomotora. Todo aquello parecía irreal.
—Hogwarts te encantará, Severus. Aprovecha tu tiempo allí al máximo. —Eileen hablaba observando la mirada emocionada de su hijo—. Es hora de subir.
Ambos se despidieron de forma escueta, acostumbrados a no demostrar con esmero sus sentimientos.
Arrastraba la maleta sin mucho esfuerzo puesto que estaba prácticamente vacía, a diferencia de otros alumnos que parecían haber llevado toda su casa en ella. Un vanidoso alumno ya adulto era el que más llamaba la atención. Él no necesitaba ni llevar su maleta, de eso se ocupaban otros. Su larga melena rubia estaba cuidadosamente peinada y se notaba que su abrigo tenía un gran coste. Caminó al lado contrario, sintiéndose alguien inferior al resto. Buscaba a Lily por todos los compartimentos y cuando pudo visualizarla, no fue agradable. La pelirroja lloraba desconsolada, dejando sus ojos y su nariz roja. Entró y colocó la maleta que arrastraba en su lugar, antes de tomar asiento frente a ella.
—No deberías preocuparte por tu hermana, ella no es una bruja. —Lily únicamente asintió en silencio—. ¿Sabes? Si te toca Slytherin estaremos juntos. Seguro que estás muy cómoda allí.
—¿Slytherin? —Un chico con gafas redondas y cabello negro interrumpió la conversación desde el compartimento de enfrente, pero Severus no centró su atención en él, si no en el otro chico que estaba semi acostado, con poca clase y educación—. Yo preferiría volver a casa antes de tener que ser de Slytherin.
—¿Y dónde quieres terminar a parar? —preguntó el cómodo acompañante que tenía el cabello un poco más largo, con expresión arrogante.
—Gryffindor, por supuesto. Todos los valientes terminan allí, como mi padre.
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La rivalidad que crea la atracción
FanficEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...