Severus esperaba allí sentado en el despacho del director, sintiendo sus piernas temblar por aquella nueva experiencia. Sentía que su corazón saldría de su pecho en alguno de sus latidos. No había podido comer nada desde ayer en el desayuno y ya eran las tres de la tarde.
La profesora McGonagall le había dejado allí para ir en busca del director y que por fin pudiera obtener el permiso para salir, aunque aún no sabía cómo iba a viajar.
Cogió aire, llenando sus pulmones todo lo que podía antes de dejarlo ir. Necesitaba relajarse.
—Lamento la espera, Snape. —El director saludó al aparecer en el despacho, acompañado de un gran fénix que aleteó hasta un pedestal—. Veo que ya tienes la maleta lista.
—Sí, señor. —Cogió sus manos intentando controlar aquel temblor.
—Puedes usar la chimenea para aparecer en el callejón Diagon. El autobús noctámbulo te espera allí —mencionó acercándole un tarrito de polvos flu del cual Severus agarró un pequeño puñado—. No te preocupes por la maleta, yo mismo la apareceré allí.
Severus asintió agradeciendo el permiso que le había dado, aunque la inseguridad que sentía al salir de su zona de confort le hacía tener ganas de pedirle que cancelara todo aquello. Se acercó al director que había activado la chimenea, tiró los polvos flu y se metió después de pronunciar "Callejón Diagon", siendo devorado por las llamas verdes.
Al momento de aparecer se encontró con Archie apoyado en una estantería de la librería en la que se encontraban.
—Buenas tardes —saludó el menor incómodo ante la mirada de aquel cobrador.
—¡Buenas tardes, Snape! —Archie se dirigió directamente a la maleta que acababa de aparecer entre ellos, arrastrándola y pidiéndole a Severus que le acompañara hasta el bus.
Entró encontrándose con algunos magos que le miraban extrañados, ya que era un vehículo tomado por gente que no tenía dónde ir, por lo que ver a un niño tan joven era poco usual. Notó la mirada de un par de personas que no le gustaron nada.
—No te preocupes. Yo me sentaré aquí contigo hasta tu destino —comentó Archie después de atar la maleta.
Severus asintió sintiéndose casi agradecido por aquel detalle. Aún siendo en su gran mayoría, personas sin hogar, no pudo evitar observar que todos iban vestidos más de verano, con mangas cortas o pantalones más frescos. Él era el único que vestía casi como si fuera otoño, aunque el jersey que Sirius le había regalado, le resultaba muy cómodo y refrescante.
—Uno de esos que se han vuelto tan famosos —dijo Archie fijándose en la manga larga—. Por cierto, ¿dónde vas? Me habían dicho que ya no volverías a tomar el bus y de pronto encuentro que tengo que ir a buscarte.
—A casa de un amigo.
—¿Sólo amigo? Porque Black parecía algo más. —El cobrador pareció muy tranquilo al pronunciar aquellas palabras, pero para Severus no hacía más que aumentar su nerviosismo. Si ya sabía dónde iba, ¿para qué diablos preguntaba?
—Soy amigo de su hermano. —Excusó, intentando ocultar aquella mirada gris que aparecía en su mente.
—Oh... El hermano pequeño. La verdad es que es muy buen tipo, me dio buena propina. No suele ser usual.
Severus frunció el ceño sin comprender qué hacía Regulus en el autobús noctámbulo. No le había mencionado que fuera a viajar por ese método y tampoco tenía la necesidad de hacerlo.
—¿Él cogió el autobús? ¿Cuándo? —preguntó confundido.
—Pues hace unas semanas, cuando fuimos a por los alumnos de Hogwarts a la estación. —Archie le ofreció un caramelo de café con leche que el menor rechazó con educación—. Estaba muy entretenido hablando con su hermano, parecían tener algo entre manos.
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La rivalidad que crea la atracción
FanficEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...