Saludó a su amigo desde el inicio de la escalera, viendo cómo le esperaba en la entrada de las mazmorras. Desconocía dónde se encontraba el cuarto que parecían compartir, así que había quedado con él en la planta baja.
El de rizos frunció el ceño al ver la pequeña bolsa que llevaba en sus manos, pero él le quitó importancia y le prohibió ver el contenido hasta que llegaran.
—Estos dos últimos días apenas hemos podido coincidir. ¿Qué tal ha ido todo? —preguntó Remus, caminando junto a él.
—Pues bien. Curiosamente los Slytherin van mucho a su bola, aunque Dumbledore podría haberme permitido ir sin corbata o darme una de la casa. No sabes lo mucho que resalto entre tanto verde y gris. —Señaló la puerta que se encontraba bastante apartada de los lugares que los alumnos solían visitar, aunque ellos habían recorrido todas las mazmorras, ingresando en los recintos que podían.
Remus rió ante las ocurrencias de su amigo. Sólo él podía preocuparse por un detalle así, aunque con su labia no creía que fuera necesario preguntar qué tal le iba. Escuchó a Sirius decir el santo y seña, viendo la curiosa puerta abrirse frente a ellos. Quiso dejar pasar a su amigo primero, pero él le empujó dentro, donde visualizó finalmente a Snape. Se encontraba sentado en la cama, con una mesa que le ayudaba a estudiar allí para poder mantener la espalda apoyada en un mullido almohadón.
—¡Ya estamos aquí! —exclamó el de rizos, haciendo evidente su llegada. Retiró la bolsa de sus manos y casi que le obligó a quitarse el abrigo, ya que la chimenea estaba encendida y no pasaría frío allí.
—Hola, Snape —saludó sintiéndose algo incómodo al notar la venda de su brazo derecho.
—Lupin —respondió educadamente.
—Creo que si deja de estudiar durante cinco segundos, la ansiedad entra por la puerta y lo asfixia. —Sirius le sirvió una cerveza de mantequilla a su amigo, que sonreía ante el comentario.
—Dentro de nada tenemos exámenes, es normal —respondió Remus, haciendo que Severus subiera una ceja en un claro "Te lo dije".
Murmulló alguna queja mientras sacaba las cosas que el castaño había llevado. Algunos surtidos de dulces, chocolates y aperitivos salados para pasar la tarde, además de empanadas rellenas de manzana y canela que tenían un hechizo para que se conservaran como recién hechas.
—¡¿Pero cuántas cosas has traído?! —preguntó sorprendido.
—Espero que os gusten. Mis padres han mandado la mayoría de cosas, de hecho las empanadillas las ha hecho mi padre. Ellos... —dio un par de pasos hacia el Slytherin— han querido que te diera esta carta.
Severus vio como deslizaba el sobre en su mesa, manteniendo la mayor distancia posible, pero a su vez, no obligándole a moverse demasiado.
—No era necesario, pero la leeré después —aseguró guardándola en la mesilla.
Remus asintió agradecido. Él le había pedido a Dumbledore poder estar presente cuando le contara lo sucedido a sus padres, ya que quería ser responsable con sus actos, por mucho que fuera cuando perdía el control. Los tres habían llorado en aquel despacho, mientras se preguntaban qué sería entonces de su querido hijo, si recibiría la expulsión o algo peor, además del estado del compañero agredido. Sin embargo, Dumbledore les había asegurado que no ocurriría nada grave, ya que el herido había aceptado guardar el secreto y proteger a Remus de su castigo ante la ley, ya que la situación hubiera metido de por medio al Ministerio.
Lyall quedó totalmente agradecido con el chico, aunque no tenía ningún permiso para verle, por lo que al saber que Remus iría a pasar el día con él, decidió prepararle algunas cosas para que no fuera con las manos vacías. Hope, por su lado, había querido escribir una carta de agradecimiento junto a algunas palabras que su marido le había dictado. Tan sólo era un pequeño detalle, pero para Severus había resultado sorprendente saber que los padres de Lupin habían decidido escribirle.
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La rivalidad que crea la atracción
FanfictionEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...