Severus se acostó en la cama sintiéndose encerrado en aquel cuarto. Se había dejado ver al mediodía para comer y aprovechar para enviar una carta a Regulus, además había pasado por la biblioteca para conseguir un par de libros, por lo menos que el tiempo sirviera para estudiar.
Corrió las cortinas, tomó el espejo y lo colocó apoyado en una almohada para tener sus manos libres.
Su reloj marcó las nueve en punto. Era la hora.
—Sirius Black —dijo avergonzado por pronunciar su nombre en voz alta en su cuarto de Slytherin.
La imagen de Sirius se hizo presente, también en la cama, aunque él estaba apoyado en el cabecero, sujetando el espejo en sus piernas. Una sonrisa se dibujó en sus labios al verle. Al parecer no era el único ansioso por ese encuentro a pesar de no ser físico.
—Nunca pensé que vería un reflejo mejor que el mío —susurró el mayor.
Severus rodó sus ojos por aquella actitud vanidosa, aunque admitía que le gustaba de algún modo.
—¿Cómo ha ido el viaje? —Metió la mano bajo la almohada dejándola bajo su cabeza.
—El viaje bien, aunque Remus ha estado durmiendo casi todo el tiempo. Peter ha intentado enterarse de los cotilleos de la gente, pero no parece haber conseguido nada y James me ha invitado a ir con su familia y el grupo a un partido de Quidditch —contó el mayor esperando ver una reacción que nunca llegó—. No sé si iré.
—¿Por qué no? ¿No lo pasarías mejor que en casa o caminando por las calles?
Severus había estado mentalizándose desde que todo empezó porque sabía que debía respetar a los amigos de Sirius por mucho que le costara. Quizá no alabarles, pero sí simplemente morder su lengua al opinar sobre ellos. Se limitaba a preguntarle a él como si no conociera a esas personas y parecía causar cierta extrañeza en su novio que casi esperaba escuchar algún insulto por su parte.
—Lo paso genial con él cuando no se comporta como un capullo contigo —espetó.
—Deberías intentar obviar esos comentarios, lo importante es que lo pasas bien con ellos.
Sirius prefirió dejar ese tema porque sabía que podía ser problemático y lo que menos quería era pelear con la persona que hacía todo por calmar las mareas que el mismo James provocaba.
—¿Y tu día cómo ha ido? Espero que no te estés aburriendo mucho. —Sirius se fijó en la cortina que salía tras él.
—Todo bien, no he salido mucho, prefería optar por estudiar para aprovechar un poco el tiempo y la tranquilidad.
—¿Te molestan mucho? —Estaba preocupado por su integridad física y mental. Severus estaba en un momento muy delicado, no necesitaba añadir más problemas a su lista.
—Algunas personas me miran, pero nadie me ha dicho nada.
Sirius sintió que apretaban su corazón. ¿Realmente pensaba que todo el mundo le miraba sólo por los rumores? ¿Y si había algo más en alguna de esas personas?
Notó algo de magia en su cuarto y una nota apareció en su cama, suponía que todo era obra de Kreacher, aunque el elfo no haría nada por cuenta propia.
Tomó la nota arrugando su ceño, a la vista de Severus y se dispuso a leerla en voz alta:
"Le he pedido a Kreacher que insonorice tu habitación siempre que estés encerrado en ella. Se te escuchaba susurrar ligeramente y ya sabes que mamá está muy controladora en estos últimos tiempos".
ESTÁS LEYENDO
La rivalidad que crea la atracción
FanficEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...