Se despidió de Regulus y se marchó rumbo a la biblioteca, donde le esperaba la tierna pelirroja con la que ya apenas pasaba tiempo. Aquel era un momento que había estado deseando, sin embargo en su cabeza ahora aparecían dudas. El encuentro debería haber sido cálido, emocionante y nostálgico, sin embargo aquello se le hacía extraño y casi insulso. Las vivencias que le contaba Lily no resultaban tan divertidas como antes.
«¿Todo esto es por Black?», pensó observando el rostro de la chica. Antaño le había parecido el semblante de un ángel. La niña más bella que jamás había visto. Su sonrisa había llenado sus días oscuros para que su mente pudiera descansar y ahora era sustituida por unos ojos grises y unos labios finos.
—¿Y tú, Severus? ¿Ya has hecho tus maletas? —preguntó la chica sin ser consciente de que el chico no le estaba prestando mucha atención.
—No. —respondió saliendo de su ensoñación—. Me quedaré en Hogwarts en vacaciones, así que supongo que no debo preocuparme por esas cosas.
Lily le miró sorprendida, como si no pudiese creer lo que Severus acababa de decirle.
—No puedo creer que me digas algo así, Sev. —susurró con pena—. No solemos vernos en Hogwarts, esperaba poder verte en vacaciones y ahora me dices que no vas a ir...
Un pinchazo golpeó su pecho. Era aquella culpabilidad que sentía por no haber pensado en Lily, por haber decidido no volver más sin siquiera decírselo. Se sentía egoísta y despreciable.
«Ella dejó de quedar conmigo en Hogwarts porque tiene más amigos... ¿Por qué me siento mal entonces?». Severus agachó la mirada sin saber muy bien qué decir. ¿Le contestaba que no lo había siquiera contemplado, que no esperaba quedar con ella? ¿Podía culparla por algo? No lo veía justo, pero tampoco el dolor que él sentía en esos momentos.
—Lo lamento, Lily. Tomé una decisión algo apresurada y no pude decírtelo. —respondió al fin, dejándose como el responsable de toda aquella situación.
—Bueno... Prométeme que me enviarás alguna carta, ¿de acuerdo? —La chica sonrió ante el leve asentimiento del moreno—. El castillo está precioso con la nieve y los adornos, seguro que lo pasas genial aquí.
Tomó la pluma que había dejado en el tintero y en cuestión de segundos se vio salpicado por la tinta. Miró confundido su mano, encontrando que la pluma había explotado.
«Un expulso, lo que me faltaba...». Agarró el trozo de tela que Lily le había dado, ayudando a limpiar todo aquel desastre. Miró a la mesa de la bibliotecaria, notando su ausencia al instante. «La habrán visto salir y han aprovechado para atacarme».
No necesitaba darse la vuelta para saber de quién se trataba. Cada vez que estaba con Lily, Potter se enteraba de una u otra forma y se lo hacía pagar aunque ya hiciese un mes de su encuentro. Debía admitir que tampoco quería girarse y encontrarse a Sirius allí, aunque quizá eso le ayudaría a tomar una decisión.
Se levantó disculpándose con Lily, prefiriendo marcharse a su sala común para no meterse en problemas el último día. Ella se despidió deseándole unas buenas vacaciones y se dirigió directa a James Potter para plantarle cara. Severus aprovechó ese momento para mirar la mesa y se sintió casi agradecido. Black y Lupin no estaban allí. Echó una mirada rápida por la biblioteca buscándolos, pero no había ni rastro.
En cuanto entró a la sala común sintió el escrutinio de Lucius, que se encontraba sentado en una mesa en la que no solía verse muy a menudo.
—¿Una partida? —Invitó el mayor ofreciéndole asiento.
—¿Juegas al snap explosivo?
—No suelo, pero no son unas cartas comunes. —Cogió una de ellas mostrándole el dibujo casi tenebroso que tenía dibujado y la sacudió, permitiendo escuchar el sonido de unas tres monedas que parecía manifestarse de ella—. Se suelen usar para apostar de forma ilegal. Ya sabes, ningún auror investigaría a alguien que simplemente está jugando snap explosivo. El sonido de la carta revela cuántas monedas contiene y si explota... Podríamos decir que puedes dar por perdido el dinero.
ESTÁS LEYENDO
La rivalidad que crea la atracción
FanficEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...