Caminaba sin saber muy bien a dónde ir. Sentía las piernas sumamente cansadas, pero no podía quedarse quieto en el cuarto. Ya habían pasado tres semanas desde que se había reanudado el curso, los rumores continuaban, cada vez más insistentes, cada vez más agobiantes y él no encontraba ningún lugar en el que poder quedar sin miedo alguno. Podía conseguir el mapa un día, ¿pero cómo conseguía un lugar seguro?
Suspiró sonoramente, decidiendo volver a la sala común mientras pensaba en el castillo, intentando dibujar el mapa en su mente para ver si había olvidado revisar alguna cosa, aunque había millones de secretos en ese castillo. Andaba por el pasillo desierto hasta que escuchó un pequeño crujido a sus espaldas, se giró rápidamente, creyendo que alguien le seguía, quizá alguno de sus amigos con la capa de invisibilidad, pero lo que encontró fue más sorprendente aún.
—¿Qué...? —Deshizo sus pasos para acercarse a aquella puerta que había aparecido frente a él.
Giró su cabeza hacia los lados, asegurándose de estar completamente solo en el lugar. Tomó el pomo y abrió la puerta, encontrándose una hermosa estancia completa. Parecía una sala común, pero no podía ser, ya que sabía dónde se encontraban las cuatro salas comunes que formaban Hogwarts. ¿Era posible que existiera una quinta? Le parecía extraño, nunca se nombraba. Sacó el mapa de su bolsillo, dispuesto a ver qué aparecía, pero para su sorpresa, no salía en el mapa. Era como si hubiera desaparecido del castillo.
Buscó rápidamente el nombre de su amigo en el mapa, sabiendo que debía estar entre la biblioteca y su sala común, ya que le había avisado que iría a devolver unos libros mientras James estaba en el entrenamiento del equipo y Peter estaba observándole en las gradas.
Corrió fuera del cuarto para ir a buscarle, estaba en el quinto piso, subiendo las escaleras. Debía darse prisa para evitar a sus otros dos amigos y demás alumnos por los pasillos.
—¡Remus! —exclamó al verle.
Agarró su mano y le obligó a correr sin darle explicación alguna, pero cuando llegó al pasillo notó que la puerta había desaparecido. La pared lisa indicaba que todo había sido una alucinación, aunque no había posibilidad de algo así.
—¿Qué te pasa? —preguntó asustado.
Sirius se giró para observarle a los ojos, volviendo su mirada a la pared sin saber muy bien qué decir.
—Te juro que había algo ahí.
—¿Algo? ¿El qué? —Remus se acercó a la pared para inspeccionarla.
—Una habitación. —Dio unos pasos con su amigo—. ¡No me mires así, te juro que he entrado!
—¿Y cómo lo has hecho?
Se encogió de hombros. No había hecho absolutamente nada. Sólo había caminado frente al pasillo y la puerta había aparecido sin más.
—No lo sé.
—Algo habrás hecho, Sirius. Dime qué estabas haciendo —pidió el castaño, intentando adivinar qué secreto guardaba.
—Sólo estaba caminando por aquí pensando en lo mucho que necesito un lugar para verme con mi pareja, deseando que pudiéramos vernos en nuestra sala com... —Su voz murió en sus labios al ver aparecer la puerta frente a Remus, que había dado un par de pasos atrás al verse sorprendido—. Entra, ¡corre!
El hombre lobo entró casi por obligación, ya que Sirius le había empujado. Dentro estaba aquella hermosa sala con una mesa grande y varias sillas, dos sofás que se veían cómodos, una chimenea y librerías llenas de antigüedades.
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La rivalidad que crea la atracción
FanficEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...