Sirius miraba por la ventanilla del tren, que ya estaba a punto de llegar al andén 9 ¾ para permitir que las familias se reencontraran. Aún se sentía apenado por no haber podido despedirse de Severus justo antes de marcharse. Su corazón estaba en duelo. Había deseado que llegara ese momento para pasar unos días con él, pero ahora que se encontraba lejos, no podía evitar sentir tristeza y más sabiendo que debía llegar a una casa en la que no era bien recibido.
—¿Seguro que no quieres venir a casa, Sirius? Mis padres no tienen problema en que te quedes —volvió a insistir James, pensando que su pena era únicamente por su familia.
—Gracias por la invitación, James, pero estaré bien.
Le hubiera gustado poder aceptar y no tener que aguantar ni un día con sus padres, le habría sido de ayuda para calmar su estrés y que la espera a Severus se hiciera más corta, pero aún no sabía cuándo llegaría a casa.
Llegaron a la estación y Sirius se permitió unos minutos para poder charlar con los padres de James y despedir a sus amigos antes de irse al autobús noctámbulo que estaría esperándole.
En cuanto puso un pie en la calle, lo vio en la parada que estaba cercana, así que se acercó estirando su maleta y subiéndola él mismo.
—Buenos días, Archie —saludó Sirius viéndole sentado mientras esperaba su llegada.
—¡Black! ¡Bienvenido de nuevo! ¿Cómo ha ido desde la última vez que nos vimos? —preguntó sintiendo ya cierta amistad con el chico, ya que era con el que más hablaba en sus viajes pedidos por Hogwarts.
—Increíble, Archie —respondió con una sonrisa boba, recordando los momentos con el Slytherin.
Archie peleó con la maleta para poder atarla de forma segura mientras Sirius se ponía cómodo en el asiento delantero. Lugar que había tomado desde que Severus no iba en el autobús, sintiéndose algo más cerca de él. Se sintió extrañado al ver que el cobrador tomaba asiento junto al conductor, girándose para poder hablar con el menor.
—¿Aún no nos vamos? —preguntó viendo a los mismos de siempre en el vehículo.
—Falta uno. ¿No lo sabes?
Sirius frunció el ceño. El único que podía faltar era Severus, pero él... ¿Iba en el tren? Al no poder despedirse, no sabía si se encontraría allí.
—Perdón por llegar tarde. —Esa voz era de un Slytherin, pero no se trataba de su pareja—. Me han entretenido y...
—Tranquilo, vamos bien de tiempo —respondió Archie tomando su maleta y pidiendo que se sentara.
Sirius se sorprendió al ver a su hermano allí, pidiéndole asiento para estar junto a él en aquel viaje, el cual por supuesto permitió.
—¿Qué haces aquí?
—Le pedí a papá que me permitiera ir en bus por esta vez —comentó Regulus después de sentarse. Agradeciendo a Archie de nuevo por ocuparse de su maleta. Observó el tarro de propinas que el cobrador solía ir dejando por el autobús y metió tres sickles.
Archie le sonrió dándole las gracias por su detalle y volvió al lugar del copiloto, en esta ocasión dando la orden de salida.
—La verdad es que quería acompañarte en este viaje —confesó Regulus—. Necesitaba hablar contigo antes de llegar a casa.
—¿Es sobre el invitado que tendremos estas vacaciones?
Regulus le sonrió. Imaginaba que Severus ya se lo habría contado, aún así ya empezaba a ser hora de ser sincero.
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La rivalidad que crea la atracción
Fiksi PenggemarEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...