Frente a él se encontraba el anciano tan afable con los alumnos, el que convertía aquel sitio en un lugar idílico. Un mago poderoso que amaba la enseñanza de los futuros profesionales que saldrían de allí.
Tomó un poco de agua que le había ofrecido el director mientras él leía la carta que Eileen escribió antes de marcharse.
—Veo que te encuentras en una situación complicada. —Severus asintió deseando que aquella charla terminara pronto—. En ocasiones expresar las palabras implica convertirlas en algo real. Comprendo la dificultad de salir de estas circunstancias, sin embargo has demostrado gran valentía al buscar ayuda. —Albus le miró sobre sus pequeñas gafas—. No debes preocuparte, tu estancia en Hogwarts estará asegurada y a tu disposición estará la enfermera y un psicomago si lo deseas.
Severus negó. Le había tranquilizado no tener que contar nada e ir a un profesional conllevaría exponer demasiados detalles para poder superar aquello que ya creía superado, aunque fuera mentira.
—La ayuda estará ahí para cuando te sientas preparado para aceptarla. —El hombre dibujó una sonrisa tierna en sus labios, a modo de despedida—. Oh... Creo que no ocurrirá nada si te digo, en primicia, que el domingo tendréis permiso para ir a Hogsmeade. Estoy seguro que podrás evadirte con algún amigo allí. —añadió cuando Severus estaba a punto de marcharse.
—Gracias, director. —respondió aún sintiéndose nervioso. Salió de allí sintiendo las piernas como un flan, pero estaba hecho. Ya no debía preocuparse por nada, gracias a sus amigos y Black.
Caminaba de forma lenta intentando pensar en otra cosa para poder calmarse. La salida a Hogsmeade era un buen tema, suponía que el director se lo había dicho por ese motivo.
Llegó a su sala común y comenzó a escribir una carta para Regulus que enviaría en ese mismo instante.
El menor de los Black se dispuso a alistar su ropa y a peinarse mientras se miraba al espejo. Sabía que era absurdo, sólo iba a quedar con su amigo, pero no solía tener muchos de ellos y por supuesto no los veía a no ser que fuese una fiesta organizada por la familia.
Tomó algo de dinero que añadió en una pequeña bolsita. Miró a su alrededor pensando en si le faltaba algo más.
—Kreacher, ¿has visto mi capa marrón? —preguntó viendo al elfo limpiar los muebles.
—Se encuentra en el perchero de abajo, señor.
—Gracias, Kreacher. Ten un buen día. —Regulus salió del cuarto para tomar la capa y buscar a su madre, que se encontraba en el salón tomando un té, sin percatarse de la observación de su hermano, que acababa de abrir la puerta al escuchar la conversación con el elfo.
Sirius bajó las escaleras sin que se notase en exceso que estaba allí husmeando.
—Mamá, voy a salir con un amigo.
—¿Tú solo? ¿Dónde irás? ¿Y si te ocurre algo?
—Tranquila, mamá. Es una salida organizada por Hogwarts en Hogsmeade. Él se quedó en la escuela por las vacaciones. Estaré bien y no volveré muy tarde.
—De acuerdo, pero ten mucho cuidado. Si necesitas cualquier cosa...
—Avisaré a Kreacher, sí. —respondió Regulus sonriendo.
Sirius subió las escaleras son sigilo, sabiendo que Regulus usaría la chimenea de la casa con total permiso de su madre. Corrió para coger su chaqueta con capucha y bajó los escalones de dos en dos.
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La rivalidad que crea la atracción
FanficEntrar a Hogwarts despierta un sentimiento único. Para muchos es considerado su segundo hogar. Severus lo verá como el único dónde podrá escapar de los abusos de su padre. Sin embargo, no todo será fácil para él, pues su turbia infancia provocó que...