APOCALIPSIS
HEAVEN
Demian aprieta el acelerador a fondo sin despegar la vista de la carretera. Detrás de nosotros el auto que nos sigue repite la misma acción y aumenta la velocidad. La vacía y oscura carretera solo nos tiene a nosotros en una escena donde claramente habrá un ganador y un perdedor que conocerá la muerte.
La efervescencia crece en mi sangre.
—Cabrones de mierda —espeta Demian mientras aprieta su mandíbula.
Veo como mira por el retrovisor varias veces y le pega al volante.
—¿Qué sucede además de lo ya obvio? —pregunto.
Demian mira y maldice otra vez.
—¿Ves la placa del auto? —pregunta.
Miro por el retrovisor y veo la placa donde letras y números están inmortalizados en metal. Me quedo unos segundos tratando de entender, pero no logro conectar una jodida placa aleatoria con esta situación.
—¿Qué tiene de importante una jodida placa en esta situación, Demian? —digo sin entender.
Demian cambia de carril bruscamente y me mira.
—Es italiana, Heaven —confiesa inesperadamente—. Todas las familias de la mafia italianas ponen en las dos primeras letras los apellidos de su familia y en los números la fecha de su primogénito.
—¿Cómo no sabes que es una mierda aleatoria? Es decir, ¿no tienes un puto registro mental o sí? —pregunto.
—Heaven —su ruda voz resuena en el auto—. Solo hay una familia en Italia que todos sus autos tienen la misma placa "DAV-991" —dice con voz rasposa, como si aquello que dirá a continuación es de gran impacto—. Los D'Angelo Vitali, los conocidos enemigos de los Davies.
No alcanzo a procesar sus palabras cuando el sonido de balas impactando en el auto me hace cubrirme. Demian cambia de carril con rapidez.
—¡Mierda! —grito moviéndome con el auto.
—Levántate, los vidrios son antibalas —responde Demian.
—Pudiste haberlo dicho antes, ¿no crees? —espeto.
Con las dos armas en la mano comienzo a pensar en como salir de estas con vida. Observo el auto de Demian hasta que mi mirada llega al techo, donde una ventana yace en el techo.
—Demian, ¿su auto también tendrá vidrios antibalas? —pregunto mientras miro por el retrovisor.
—Los únicos autos antibalas son los de los miembros de la familia. Nadie más tiene ese privilegio —responde sin mirarme.
Perfecto.
—Demian, abre la ventana del techo y cambia de carril varias veces hasta que yo te diga —demando y desabrocho mi cinturón.
—No se llama vidrio del techo...
—¡Me importa un carajo! —exclamo.
Demian suspira fuerte.
—Eres un puto dolor de culo, Heaven O'Niell —responde y comienza a cambiar de carril seguido. Como esperaba el auto que nos sigue repite nuestra acción y guarda sus pistolas mientras cambia de carril.
Me afirmo del asiento mientras la ventana del techo se abre lentamente y me pongo en posición para salir con la metralleta por esta. Tengo una alta probabilidad de recibir un disparo, pero es mejor eso a terminar volcados.
Puedo salir herida mientras gane la batalla.
—Detente —le alzo la voz y Demian lo hace.
Veo como el auto detiene su movimiento, suspiro y salgo por la abertura en el techo. El viento hace que mi cabello vuele hacia adelante, junto con él. El frío de la noche impacta en mi cuerpo.
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EFÍMERO
Action«La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno.» Las Vegas oculta secretos que nadie desea conocer o, de lo contrario, todo aquel que lo desee sucumbirá ante un solo destino: la muerte. El perfecto oasis de diversión, perversión...