BONNIE & CLYDE
HEAVEN
HOTEL BELLAGIO, LAS VEGAS.
22:45 P.M.
La piel de mi cuerpo se eriza ante aquel ruido. Mi boca se seca y tengo que tragar para pasar el sabor amargo que invade mi lengua. La puerta que separa la soledad de la oscura habitación donde solo se puede oír la respiración pesada de aquel hombre que juré asesinar y el pasillo donde ellos esperan alertas a cada movimiento.
Es igual a entrar a la boca del lobo o como la caperucita entra a la casa de su abuela creyendo que ella está ahí, sin percibir que en aquel lugar la esperaría un lobo hambriento. Es la metáfora que más encaja en esta situación, pero con la única diferencia es que pretendo salir de la boca del lobo con su corazón en mi mano.
Levanto mi vista mientras doy unos pasos hacia adelante. La habitación es digna del dinero que cuesta: La sala de estar al inicio de la habitación es lo primero que mis ojos ven. los muebles elegantes adornados de colores grisáceos. las paredes tapizadas con seda, el piso alfombrado y la decoración hacen que el lugar acapare toda tu atención.
—¿Te gusta el lugar, Rae? —mi respiración se corta, pero no me sobresalto cuando siento su cuerpo pegarse a mi espalda, sus brazos rodearme la cintura y sus labios pegarse a mi oído para hablar— Si no es de tu agrado, podemos buscar uno que si lo sea. Deseo complacerte en todo...
Llevo mis manos a las suyas, las poso sobre ellas y comienzo a acariciarlas. Echo mi cabeza hacia atrás, posándola en su hombro y cierro mis ojos.
—Me encanta, Nicholas. Muchas gracias por darme este regalo y ser tan considerado esta noche conmigo. No sé cómo poder devolverte todo lo que has hecho por mi —Eloy sube su mano hacia mi cuello y acaricia el pesado collar de oro con el rubí en él.
No abro mis ojos en ningún momento. Los mantengo cerrados cuando sube la mano por mi estómago, lentamente, pasándola como si estuviera delineándome con ella, y los apreto con fuerza cuando pasa por el valle de mis pechos, haciendo un círculo con sus dedos entre ellos hasta llegar al collar.
—No deberías agradecerme por tratarte como mereces, Rae. Todo lo de esta noche es lo mínimo que una mujer como tu debe recibir. Además —Me gira, hacia él y me quedo recta mirándolo— este collar fue hecho para pertenecer a tu cuello. No hay otra persona en este mundo que pueda lucirlo tan bien como tú.
Levanto mi vista hacia la suya y entrecierro mis ojos de manera sensual, como si mi vista, mis ojos y mi mirada fueran un arma de guerra.
—¿Realmente lo piensas? —juego un poco con la inocencia y ternura que carezco como Heaven O'Neill, más no como Rae Young—. ¿Crees que algo tan hermoso e irreal me pertenezca? ¿Qué haya sido hecho para mí?
—Completamente, Rae. No me caben dudas de ello —responde seguro de sí mismo.
Lo observo con una sonrisa en mis labios. Su forma de adularme no ha cambiado en ningún momento. Como si él tuviera conocimiento de esa fibra humana que adora ser elogiada y reconocida por los demás.
No me parece extraño que las personas caigan no solo en su seducción física, sino también en sus palabras. Creo, apegándome a los hechos, que es esta cualidad la que hace que la gente caiga sin dudarlo ante él. Nicholas Eloy sabe cómo manipular a las personas dándoles lo que estas desean escuchar para que caigan ante él y sus mentiras baratas.
—¿Por qué nos quedamos aquí parados? Permíteme mostrarte toda la habitación —Eloy vuelve a hablar. Estira su mano, incitándome a caminar hacia el interior de la habitación y la tomo sin quitar la falsa sonrisa de mis labios.
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EFÍMERO
Action«La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno.» Las Vegas oculta secretos que nadie desea conocer o, de lo contrario, todo aquel que lo desee sucumbirá ante un solo destino: la muerte. El perfecto oasis de diversión, perversión...