CAPÍTULO 23

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Este capítulo tiene contenido que puede ser sensible para algunas personas. Si estás atravesando un cuadro psiquiátrico de cualquier tipo o eres sensible a estos, te recomiendo pausar la lectura. Proteger tu salud mental es lo primordial.
Por favor, leer con precaución.

HISTORIAS INCONCLUSAS Y PROMESAS ROTAS

HOPE DAVIES

«El olor a cigarro y algo más entra por mis fosas nasales, huele a alcohol. Mamá debe haber invitado a algunos amigos. Decido bajar para ver que está haciendo, la gran puerta de la sala está cerrada y una música resuena desde dentro.

Camino y la abro. Un golpe de olores desagradables me marea. Alejo el humo con mi mano y miro la sala.

Hombres y mujeres sentados y parados me miran. Mamá está en el centro de la mesa con un cigarro en la mano. En la mesa al lado de mamá hay un polvo blanco y unas jeringas.

—¿Mamá...? —hablo.

—¡Mi querida, Hope! ¡Ven, ven! Tengo que presentarte a mis nuevos amigos —dice emocionada.

Me acerco incomoda, los hombres mayores me miran fijamente. Mamá pone una silla al lado de ella y me hace sentarme. Me siento como una presa en este lugar.

—Les presento a mi hermosa pequeña, Hope. Es mi orgullo —me presenta con ellos.

—Tu hija es realmente bella, ¿Cuántos años tiene? Se ve bastante grande —pregunta uno de los hombres.

—Catorce años, pronto cumplirá sus quince y se convertirá en toda una señorita —responde.

Mamá fuma de su cigarro y bota el humo, me ahogo con el y comienzo a toser. Los hombres se ríen.

—Toda una señorita tu retoño, Ress. Igual de hermosa que tú.

La incomodidad crece en mí cuando todos me miran, una de las mujeres inhala con un billete el polvo de la mesa.

—¿Dónde está tu hijo mayor? Hace meses no se le ve en las calles con tu esposo —pregunta una mujer.

Me semblante cae. Extraño tanto a Demian, odio que se haya tenido que ir con mi tío.

—En Italia con su tío, el hermano de mi esposo —responde mamá de manera seca.

—El heredero de la mafia huyó a Italia, ¿eh?

Mamá fuma de su cigarro y toma de su vaso.

—Realmente no me importa, la guerra entre mi esposo y mi hijo me es indiferente. Pueden matarse si lo desean, solo quiero el dinero que me dan.

Mi corazón se encoje, es la primera vez que escucho a mamá decir algo tan crudo y malicioso de mi hermano. Papá siempre fue blanco de sus quejas e insultos, pero jamás pensé que usaría a Demian.

—Eres una mujer cruel, Ress. Creo que eres más cruel que tu esposo.

Mamá se ríe. Prenden algo realmente apestoso y siento ganas de vomitar.

—Mamá, volveré a mi habitación, estoy cansada y mañana tengo escuela —le aviso.

Ella me mira y niega con la cabeza.

—No seas mal educada, Hope. Tenemos visita y somos las anfitrionas, debemos complacer a nuestros invitados —dice petulante.

¿Complacer? No entiendo.

—Dime, Ress. ¿tu hija a probado la heroína? En los jóvenes el efecto es más alucinante que en los adultos —pregunta el hombre sentado a mi izquierda.

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