EFÍMERO

CAPÍTULO 43

INSTINTO HUMANO

DEMIAN

—Aun nadie llena mis expectativas. Nadie aun ha logrado llenarme.

—Usted no merece menos, usted merece un hombre que la llene hasta el punto de no pensar en nadie más. Usted es una mujer que no merece menos...

A través del auricular se escucha a la perfección como Eloy tratada de seducir a Heaven. Se puede escuchar como Heaven logra hacer que Eloy quiera más y más de ella.

Jodido. 

Siempre supe que la maldita idea de que Heaven sedujera al bastardo de Eloy era mala. No mala, jodida en todos los malditos sentidos. No lo es solo por el hecho de que ella tenga que usarse a sí misma para sacar provecho de la situación, si no, también, porque está frente al hombre que convirtió su vida en un inferno. 

Bajo toca la mentira que Heaven está botando por su boca, levemente, se nota la tensión en su voz cada vez que tiene que entrar en el papel.

—Eloy está realmente encantado con ella —habla Dimitri, rompiendo el silencio dentro del auto.

Eso le acaba de quedar claro a todo el equipo con Eloy pidiéndole a sus guardias que lo dejen a solas con Heaven.

Era algo que todos esperábamos. Siempre supimos que Eloy caería ante Heaven. Ella cumple con sus parámetros de, su manera de llamarlo, mujer hecha para él. Y una mierda. 

No solo eso le iba a encantar por ella, si no que Heaven parece tener una puta maestría en manipular a las personas a su antojo. Heaven usa lo que Eloy busca en ella y lo potencia para atraparlo. 

Heaven no es estúpida. Ella es analítica a la hora de actuar. Usa su inteligencia, atractivo y belleza a su gran favor. 

Ella no solo analiza lo que la otra persona dice, ella mira la forma de su comportamiento. Se fija en cada uno de sus movimientos y los interpreta en su cabeza. Internamente ella sabe que comportamientos le favorecen, que acciones le confirman que ella lo está haciendo bien y está logrando su objetivo. 

Tara tuvo razón cuando dijo que Heaven había llegado hasta acá sin saber cómo.

Heaven podría fácilmente trabajar con Dimitri buscando información. Tanto ella como Dimitri parecen tener una maestría en manipulación. 

Y Heaven no solo parece tener un gran título de víbora, sino que también parece tener una determinación de acero para estar seduciendo al hombre que asesinó a sus padres.

—Era algo de esperarse —le respondo a Dimitri, mirando por la ventana, ignorando todo lo demás.

Dimitri sonríe al lado mío, con la computado aún en sus muslos. Su programa de mierda no ha dejado de funcionar desde que Heaven entró a la conferencia.

—Claramente, Heaven es muy hermosa. No es mi tipo, pero no soy estúpido como para no reconocer su belleza —añade—. Si Heaven lo consigue tendremos un paso adelante en esta guerra—hace una mueca que logro ver de reojo.

—¿Qué pasa por tu cabeza? —inquiero ante su mueca.

—Nunca dudé en Heaven, ella lo logrará, pero... ¿a qué costo, Demian? —siento su mirada en mí, esperando que yo responda su pregunta. 

Pero yo tampoco sé la respuesta. 

—No es algo que nosotros podamos saber —respondo.

Escucho como Dimitri suspira.

—Heaven es un gran enigma —¿recién lo notas? —. Solo espero que ella salga de ahí sana.

Giro mi cabeza hacia él, con mi ceño fruncido.