EFÍMERO

CAPÍTULO 47

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas que pueden no ser aptas para todo el público. Si sufres de algún cuadro psiquiátrico te recomiendo pausar la lectura para cuidar y proteger tu salud mental.
Se pide discreción.

EL SILENCIO MORTAL

HEAVEN

Temblorosa, asustada, blanca como papel, despeinada, con su mano ensangrentada y con el rostro empapado de lágrimas. Esa es la vista que tengo de Hope en cuanto la miro a detalle. Está claro que ella está muerta de miedo. El temblor violento de su cuerpo lo delata y la sangre en su mano solo me alarma de pies a cabeza.

Actúo con la rapidez de una bala. Sin dudar. Sin titubear.

Tomo a Hope de los hombros con delicadeza, la escondo detrás de mí y doy dos pasos hacia adelante. Hacia el corredor. Levanto mi arma, la cual ya no tiene el seguro puesto, y apunto hacia los lados, buscando la razón por la cual Hope está tan asustada.

Buscando a quien la ha asustado tanto para meterle una bala en el cráneo.

Lo único que logro ver, y lo que me deja más perpleja, es al guardaespaldas de Hope tirado frente a la puerta de Demian. La cual dé a su propio penthouse, en la planta superior. A los lados del pasillo no yace ningún alma que pueda explicarme la jodida situación. Me giro hacia Hope, su expresión de terror no ha cambiado.

—Quédate justo aquí, Hope. Iré a ver si aún está vivo —el rostro de Hope se vuelve mucho más pálido—. No te preocupes, te cuidaré.

Camino hacia el guardaespaldas lentamente, me pongo de cuclillas y toco su cuello para verificar su pulso. Doy un fuerte suspiro cuando lo siento. La situación no logra aclararse ante mis ojos. las piezas no se juntas. Me quedo indefensa sin saber como actuar.

—Yo... yo lo hice —la inesperada confesión de Hope me deja en blanco. Me giro hacia ella, no ha dejado de llorar. Miro como levanta sus manos ensangrentadas, luego miro la cabeza del guardaespaldas y todo encaja. Todo menos la razón del actuar de Hope.

—Hope, ¿qué sucedió? ¿Él te hizo algo? —suelto las preguntas mientras camino hacia ella. la comienzo a revisar, buscando algún tipo de herida que aquel hombre haya podido causarle.

Hope niega con la cabeza de manera brusca.

—N-no, él no me hizo... no me hizo nada... lo juro —responde, temblorosa. Eso me confunde más.

—Entonces, ¿por qué lo golpeaste, pequeña? —el rompecabezas vuelve a separarse ante mí. Dejándome lejos de tener el control de la situación, sin saber cómo protegerla.

—Porque era la única manera de salir sin que Demian... sin que mi hermano se enterara —confiesa, sollozando—. Heaven, dime que no lo maté, por favor —acuno sus mejillas entre mis manos.

—No, Hope. No lo mataste, tranquila —ella suelta un gran suspiro, aliviada. Vuelvo a mirar hacia el cuerpo del guardaespaldas y la miro—. Escúchame, Hope. Espérame adentro del departamento para sacar al hombre de la pasada y curarlo. Volveré de inmediato. ¿Está bien?

—Sí... —asiente y comienza a caminar.

Veo a Hope entrar a mi departamento, la sigo buscando el botiquín de primeros auxilios y cierro la puerta cuando lo tengo en mis manos. Camino hacia el hombre herido, reviso su herida en la cabeza y comienzo a curarla. No creo que Demian se ponga muy feliz cuando vea esto, pero por ahora no me preocupo de su reacción. Mi prioridad en estos momentos es Hope.

Ajusto la venda en su cabeza y abro la puerta del departamento de Demian. Hago tronar mi cuello, sacando fuerza, y tomo de los hombros al hombre desmayado, pero no muerto, y lo entro al departamento. Dejo su cuerpo desmayado en el piso, apoyado en la pared de la puerta.