Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no conozcan, me pertenecen.
NOTA: Negritas en ruso.
Allysson Rogers se encontró con su hermano en la puerta de la escuela. Los dos se tomaron de la mano y comenzaron a caminar hasta cruzar los pasillos de la escuela. El rostro de la niña se transformó por completo cuando vio a su madre. Soltó a su hermano y corrió a ella, casi tropezándose, empujando a sus compañeros, quienes la veían con sorpresa porque solía ser una niña muy cuidadosa.
—¡MAMÁ! ¡MAMITA! ¡MAMI!
Natasha se agachó, sonriendo al ver a su hija. Había estado en una misión muy tediosa y aburrida, pero se lo debía a Bobbi Morse. Aunque Patrice iba a cumplir tres años, ella seguía sintiendo que sus hijos la necesitaban demasiado, así que no le importaba soportar todas las burlas de sus amigos cuando dejaba todo para ir a encontrarse con ellos.
—¡Te extrañé mucho, shvíbzik!—dijo la madre, levantándose con su hija en brazos—¿Te portaste bien?
La pequeña rubia asintió con la cabeza, emocionada. Detrás de ellas se escuchaba el cotilleo de la gente que se aglomeraba alrededor de ellos. Ni Natasha, ni Steve escondían a sus hijos, pero iban pocas veces por ellos a la escuela debido a sus trabajos, sobre todo ahora que se encontraban estudiando en Nueva York y no en Lenox, donde vivían. Por eso, para muchos era la primera vez que veían a la espía en ese lugar.
—¿Y mi Annie?—cuestionó—¿No me la trajiste?
—Viene con tu padre, mi bebé.
La Viuda Negra tomó a su hijo mayor de la mano, caminando para encontrarse con su esposo. Steve Rogers sostenía a una traviesa pelirroja que luchaba por alcanzar a su madre y a su hermana.
—¿Vamos a la base?—preguntó Niko, emocionado—¡Quiero que mi padrino me ayude con la tarea!
Steve negó con la cabeza.
—Estaremos en casa, mamá necesita descansar.
Los niños asintieron, un poco más felices al saber que estarían con sus padres completamente para ellos por mucho más tiempo. El día pasó sin complicaciones, aumentando su felicidad al saber que sus padres no tenían más misiones programadas por lo que restaba del mes.
—¡No olvides que haremos galletas de mora y chocolate blanco!—anunció Allysson—¡Hay que comprar los ingredientes!
Natasha besó la cabeza de su hija, dejándola en la puerta de su salón de clases. La profesora aún no había entrado, así que Allysson simplemente dejó sus cosas en su casillero, pensando en lo que haría cuando saliera de clases. Amaba estudiar, menos que su hermano, pero prefería estar con su mamá.
—¿Entonces tu mamá es la Viuda Negra? —un niño interrumpió sus pensamientos—¿O es una mentira tuya?
La rubia ladeó la cabeza, confundida.
—¿Por qué diría una mentira?—respondió Allysson—Mi mamá es Natasha Romanoff—se señaló—Yo me llamo Natasha también, como ella.
—Mi mamá dice que esa señora no puede tener hijos.
A Allysson no le gustó la forma en que su compañero se expresaba, pero recordó que era buena y no podía atacarlo como hacia con los niños del orfanato. Ella ya no era Alinka, ni nunca volvería a ser ella.
—Pues si puede—dijo cruzándose de brazos—¡Somos tres! ¡Niko, Annie y yo! ¡Allysson Natasha Rogers!
Afortunadamente, no pudieron seguir con aquella discusión porque llegó la profesora. Allysson se concentraba en trabajar lo mejor posible, aunque notaba los cuchicheos de sus compañeros. No sabía que era lo que decían, así que decidió simplemente ignorarlos, cosa que pudo hacer con facilidad hasta la clase de música.
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Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS
Science FictionPequeñas historias, universos alternos, futuros posibles y espacios que quedaron vacíos de mi historia: Proyecto Rebirth 939.