Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS

14. Allysson tiene Sharon

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel; solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Para Shirley y Mena. 

Allysson estaba enojada, muy enojada. Su hermana ya había cumplido seis meses y sus padres no se despegaban de ella ni un solo momento; lo que significaba que todos tenían que ir a la base de los Vengadores cuando los necesitaban. Niko se había ido con los gemelos Maximoff en cuanto los vio, pero ella no quería. Estaba tan furiosa que no tenía ganas de jurar. Escapando del apartamento a la primera oportunidad, para buscar dónde esconderse. Sin embargo, F.R.I.D.A.Y. había sido modificado por Tony Stark para que ninguno de los niños pudiese abrir más que las puertas interiores, no había salida al jardín o ninguno de los ductos de ventilación. Frustrada, cruzó los pequeños bracitos dejándose caer al suelo. Así fue como la encontró Sharon Carter, veinticinco minutos después.

—¿Qué tienes pequeñita?—preguntó la rubia.

—Estoy enojaya—anunció Allysson—Pero tu tienes Shadon—al instante se ruborizó—Peyón...Obbi me dishe que no esh enfemedad.

Sharon sonrió, viendo a la pequeña niña frente a ella. A pesar del parecido físico con Steve Rogers, le recordaba más bien a una persona que conoció en su primer año como recluta de S.H.I.E.LD., que solía quejarse permanentemente cuando no le permitían ir a misiones de alto riesgo.

—No pasa nada, chiquita—Sharon se inclinó frente a ella—¿Puedo sentarme contigo?—La niña se encogió de hombros pero le hizo espacio a un lado de ella—¿Por qué estás enojada? Quieres contarme.

La pequeña lo pensó por unos segundos, si bien era cierto que su madre a veces fruncía el entrecejo cuando la Agente Carter saludaba a su papá, cosa que a ella tampoco le hacia sentir muy bien, siempre los saludaba con alegría, igual que a su tía Bobbi y a su madrina; así que decidió que esa mujer era alguien en la que podía confiar.

—Hoy eda fieshta de mi amiga y no me llevadon. ¡Y YO QUEYIA ID!

La Agente Carter no podía dejar de sonreír al escucharla, aunque asintió con la cabeza, pretendiendo que el tema era tan importante para ella como para la niña.

—¿Dónde era la fiesta, Ally?

—En cashita—se cruzó de brazos—¡Estamos muy lejosh!

Los ojitos de Allysson estaban llenos de decepción. Si bien era cierto que sus padres le habían prometido que podría ir después a casa de su amiga, no sabía cuándo sería eso. El trabajo de sus papás podía ser muy impredecible, haciendo que "un rato" pudiese convertirse en todo un fin de semana, e incluso más. Así que la niña había dejado de creer en algunas de las palabras que sus padres le decían.

—¿Y si nosotras hacemos nuestra propia fiesta?—preguntó Sharon.

—¿ESHO SHE PUEDE?—exclamó Allysson—¡PENSHE QUE SHOLO TÍO TONY POYIA!

—Verás, Ally, él no es el único que sabe como divertirse.

—¿Ah no?

—¡Por supuesto que no!—Sharon sonrió—Cuando yo era niña tampoco tenía muchas personas con quienes jugar.

—¿Y qué hashiash?

Sharon no perdió tiempo en contarle a la niña los momentos divertidos que pasó en S.H.I.E.L.D. Allysson se sintió identificada con ella, porque también estaba sola en una semi-base militar, buscando con que entretenerse.

—Entonces tenía fiestas con mis muñecas—la agente Carter sonreía mientras hablaba—Siempre llevaba una conmigo, así era más fácil que tuviera compañera. ¿Te gustan las muñecas, Ally?