Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS

44. El tiempo no existe

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel; solo la historia y los personanjes que no reconocen son míos. 

NOTA: Negritas en ruso.

Para Mena nxtstxv 

Honestamente, Natasha no tenía la menor idea de porque había aceptado ir a aquella convención sobre la seguridad mundial. Lo único que quería era pasar el día de Acción de Gracias con su familia, pero tenían deberes como Vengadores que cumplir.

—Deberíamos salir, no podemos tenerlos encerrados todo el tiempo en el hotel—dijo Steve, interrumpiendo sus pensamientos—Además, el tiempo es muy bueno para pasear.

La pelirroja pasó la mirada por la sala de estar; Tony les había prestado el apartamento que tenían en la Ciudad de México para pasar aquellos días, así que sus hijos jugaban contentos en la alfombra.

—Solo he estado aquí de misiones, nunca fueron muy atractivas.

—Vamos, cariño. Nuestros hijos tienen oportunidad de ver otras tradiciones, como el día de muertos. Además, las niñas no tuvieron la oportunidad de celebrar su cumpleaños.

—¡Papi tiene razón!—apuntó Allysson, que escuchaba la conversación.

Natasha rodó los ojos, sabiendo que no podía negarse a eso. Habían salido después del medio día del 31 de Octubre, por lo que pasaron la mitad del día viajando. La convención se haría en el marco de la celebración mexicana del día de muertos, cosa que aún sorprendía a Steve.

—¿Son ellos o tú los que quieren visitar?—preguntó la espía.

—Un poco de ambos... 

—¿Y si nos reconocen?

—Nena, es la ciudad más poblada de América y dos tercios de esas personas están disfrazadas, te prometo que nadie nos verá.

—¡Seremos cuidados, mamá! ¡Por favor! ¡Quiero ver de dónde viene toda esa música!—pidió Niko.

Los tres niños se habían acercado al sofá al escuchar que hablaban acerca de salir, emocionado por esta perspectiva. Natasha había terminado por tomar a Patrice en brazos, al tiempo que Niko y Allysson se acomodaban en el regazo de su padre.

—¡Todo tiene muchos colores afuera!—contribuyó Allysson—¿Podemos ir?

—¡Shi! ¡Cododes!—pidió Patrice, aplaudiendo.

—Iremos en un rato—concedió Natasha—Ahora quiero estar con ustedes, los cinco solos...

—Pero si estamos los cinco no estamos solos—dijo Niko.

Los padres rieron ante la confusión de su hijo mayor, Steve depositó un beso en los pelirrojos cabellos del chico. Allysson sonrió, contenta de estar con ellos. Poco a poco, los hermanos mayores iban olvidando lo que habían vivido antes de encontrar a sus padres, Patrice proporcionaba una distracción y un nuevo objetivo a la familia.

—¿Papi?

Allysson interrumpió el silencio en el que ella y Steve se habían quedado, pues Natasha había ido a cambiar a Patrice y Niko había insistido en acompañarla.

—¿Qué pasa, mi princesa?

—¿Vamos a viajar a otros lugares?

—Eventualmente cuando sean un poco mayores...—dijo el soldado.

—¿Tú salías con tus papás?

Steve sabía que su hija tenía muchas preguntas acerca de su pasado, Allysson era curiosa por naturaleza, pero también buscaba llenar un vacío que había tenido desde el orfanato.