Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS

33. El último matrimonio feliz

Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconocen me pertenecen.

NOTA: Negritas en ruso.

Para una de las personas más especiales en mi vida, nxtstxv

Aquella llamada sorprendió a la Viuda Negra. Acababa de terminar una importante reunión con Carol y Valquiria acerca de una amenaza venida de Asgard cuando la recibió. Pasó por el centro de entrenamiento, con el rostro enmarcado de preocupación.

—Steve, tenemos que irnos—anunció a su esposo.

—¿Qué ocurre?

—Han hablado de la escuela.

—¿Ally? ¿Pasó algo con ella?

Natasha respiró profundamente para no rodar los ojos o golpear a su marido en ese momento.

—Es por Patrice.

El soldado se puso en pie inmediatamente; su hija menor era una pequeña muy tranquila, que no se metía en ningún problema. Para que necesitaran hablar con ellos debía ser algo muy importante, su corazón no dejaba de latir con fuerza al pensar que le habían hecho algo a su rojita.

—¿Te han dicho algo más, cariño?—preguntó en el automóvil.

—Solamente que necesitaban hablar con nosotros.

—Eso no me gusta para nada.

A la madre le gustaba menos, sus manos estaban blancas por la fuerza con la que apretaba el tablero del automóvil. Condujeron en tiempo récord a la escuela donde estudiaban sus dos hijas menores y se encontraban cruzando los pasillos hasta llegar al aula de Patrice. Se sorprendieron al no encontrar a la niña, pero si a la profesora y a otra mujer que no conocían.

—Señores Rogers, gracias por venir—saludó la profesora.

—Buenos días, señorita Petterson—dijo Natasha—¿Puede informarnos que está pasando con Patrice?

—Ella es la terapeuta de la escuela—continuó la señorita Petterson—su nombre es Amy Martin.

—¿Por qué nuestra hija necesitaría una terapeuta?—cuestionó Steve, frunciendo el entrecejo.

—Patrice ha reprobado todos los exámenes correspondientes al bimestre pasado—habló Amy—Después de años en esta escuela siendo de las mejores estudiantes, no ha logrado sacar ni siquiera una E en ningún examen; no importa la forma en que se hagan.

Natasha y Steve parpadearon varias veces, sin comprender aquello del todo.

—Decidimos llamarlos porque no hemos recibido firmas o acuerdos de ustedes, eso nos tiene preocupados. ¿Ha estado todo bien en casa? ¿Hay algo que preocupe a Patrice?

La espía se mordió el labio, lo que había pasado en los últimos meses no era nada anormal para la familia. Patrice tenía ocho años, era una edad tranquila, ¿o no? ¿Qué demonios estaba pasando con su pequeño arcoíris?

—No...no ha pasado nada—Natasha intentó excusarse, un terror apoderándose de ella, ¿podría quitarle a su hija por eso?—Las cosas están bien en casa.

—Entonces, le daremos otra oportunidad—suspiró la profesora—Patrice tendrá que quedarse a clases después de la escuela para poder estar al corriente en sus estudios. Sería bueno que hablarán con ella, también.

—Lo haremos—dijo Steve con seguridad.

Al soldado le parecía algo preocupante, pero nada del otro mundo. Los niños tenían malas rachas en la escuela, no era nada extraño. La reunión fue interrumpida por una voz tímida.