Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel; solo la historia y los personajes que no reconozcan me pertencen.
NOTA: Negritas en ruso.
NOTA 2: Esta es la segunda parte del shot 33 (el último matrimonio feliz)
Para -myaddiction
¿Qué se decía ahora? Natasha era permanentemente consciente de la mirada de Steve sobre ella, una parte de su mente quería buscar a Allysson, pero no iba a meterla en eso. Desde el principio era una situación de la que ellos tenían que hacerse cargo, nada de eso estaba relacionado con ninguno de sus hijos.
—Creo...creo que tenemos que buscar ayuda, Steve—dijo Natasha, cerrando la puerta detrás de ella—No podemos esperar que las cosas se arreglen fácilmente entre nosotros si no hacemos nada por ellas.
El soldado ladeó la cabeza, sin entender del todo lo que decía su esposa. Había estado pensando mucho en lo que ocurrió la noche anterior, aumentando sus preocupaciones cuando habló con Sam.
—Lamento haberte culpado de las cosas—soltó el soldado—Y haber dicho que lo hacías por Niko.
Se movieron dentro de la habitación, la sala de estar llena de fotografías de sus hijos, sonriendo en distintas etapas de su vida. Por inercia, Natasha se acercó a una imagen montada sobre la pared de madera, sonriendo lado a lado al verlas, con los ojos llenos de lágrimas. ¿Desde qué momento habían permitido que los mayores tomaran las responsabilidad de Patrice?
—Yo no lamento nada de lo que nos dijimos—respondió la espía, girándose para verlo a los ojos—pero si que todo haya estallado de esa manera, y, sobre todo, que los niños hayan escuchado todo.
Steve extendió la mano para que Natasha la tomara. La espía no dudo nada en hacerlo, sentándose a su lado y apoyando la cabeza en su hombro.
—Terapia, cariño—aclaró la espía, después de un largo silencio—Eso es lo que necesitamos, no sabemos como funcionar juntos para educar una familia.
—No digas eso, Natasha.
Cuando Steve se giró, la espía se dio cuenta que su esposo tenía los ojos llenos de lágrimas. Natasha se las limpió con cuidado, sin dejarlo de mirar en ningún momento.
—No es malo, ¿sabes?—susurró la espía—Lo que si es malo es no reconocerlo. Ninguno de los dos sabía que hacer cuando nos convertimos en padres y seguimos cometiendo error tras error.
Aquella conversación era necesaria, pero mucho más difícil de lo que ambos esperaban. Habían estado aplazándola desde hacía más de diez años, cuando Alinka dormía en brazos de Steve después de haber comido chocolates con vodka.
—¿Por qué dices eso?—cuestionó el soldado—Yo le pregunté a los chicos anoche y dicen que hemos sido buenos padres.
La espía intentaba no darse contra la pared, Steve podía ser mucho más terco que ella, o que todos sus hijos juntos.
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Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS
Science FictionPequeñas historias, universos alternos, futuros posibles y espacios que quedaron vacíos de mi historia: Proyecto Rebirth 939.