9. My love, my life.

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Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solamente la historia y los personajes que no reconozcan me pertenecen.

NOTA: Ruso en negritas.

Para todos los que han sufrido un ataque de pánico o de nervios o de ansiedad.

—Ha pasado más de un año, mi cielo—Natasha suspiró resignada—Debo volver.

—Sabes que Bobbi ha dicho que ella irá en tu lugar—dijo Steve, besando la cabeza de su esposa.

La espía negó con la cabeza. Se encontraban en la sala principal de su casa en Lenox. Natasha había sido llamada por Nick Fury para darle la peor noticia que había recibido en su vida. Aún había algunas células de espías que intentaban imitar a la Sala Roja, y S.H.I.E.L.D. no era capaz de encontrar la base principal de operación. Los Estados Unidos temían que no fueran simplemente imitadores y que alguien estuviese intentando revivir a esa organización, como trató de hacer Iván Petrovich.

—Soy la única que puede hacerlo, Steve—Natasha escondió el rostro entre los cabellos de su hija menor, Patrice—Nadie más va a encontrarlos. Ni siquiera Clint, o Bobbi.

—Tú los entrenaste, muñequita...

Natasha pasó la mirada por sus tres hijos; Nikolay, Allysson y Patrice; que se encontraban dormidos en el sofá junto a ella. Le dolía tanto tener que dejarlos, sobre todo porque la última vez que lo había hecho casi los perdía.

—Pero ellos no crecieron dentro de la Sala Roja, no entienden del todo sus mentiras, no sabrán navegar entre ellas.

El corazón del Capitán América se rompió por su esposa. Natasha no merecía revivir todo lo que había vivido, pero conocía muy bien lo testaruda que era y no iba a dejar que nadie se enfrentara a su pasado. Si la Viuda Negra sentía que había comenzado eso, tendría el deber moral de terminarlo.

—¿Quieres que vaya contigo?—le preguntó Steve, viéndola a los ojos.

Nuevamente, la mirada de la espía se fue a sus hijos. Patrice estaba pegada a su seno, alimentándose. Los cabellos pelirrojos de la niña de 18 meses crecían rápidamente, formando pequeños rizos en su cabeza. Natasha los acarició, tratando de acomodarlos, mientras la niña succionaba rítmicamente, con una manita sobre el seno de su madre.

—Prefiero que te quedes con ellos—Natasha habló al tiempo que parpadeaba rápidamente para eliminar las lágrimas

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—Prefiero que te quedes con ellos—Natasha habló al tiempo que parpadeaba rápidamente para eliminar las lágrimas.

Steve pasó los brazos alrededor de los hombros de su esposa, viéndola con los ojos llenos de amor.

—Nena, nosotros estaremos bien—prometió—Me gustaría que Clint fuera contigo, al menos.

La Viuda Negra asintió con la cabeza.

—Llevemos a los niños a la cama y hablaré con él.

El Capitán América besó a su esposa en los labios, complacido de que se dejara ayudar, aunque fuese un poco. Ese era un gran avance para ella, pues su actuar era casi opuesto al de la joven que conoció cuando comenzaron a trabajar juntos como Vengadores. Natasha acomodó a Patrice en la cuna, besando su frente, para después pasar a la cama de Allysson quien ya daba vueltas para acomodarse, buscando su unicornio de felpa. La espía sonrió enternecida, y besó la mejilla de su hija de casi siete años, entregándole el unicornio que estaba en el suelo.

Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora