Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel. Solo la historia y los personajes que no reconocen, son míos.
NOTA: Negritas en ruso.
Habían pasado apenas pocas semanas desde que Natasha y Steve se enteraron que los gemelos que lograron escapar del orfanato tenían su material genético cuando las primeras enfermedades comenzaron.
—Mami...no me siento bien.
Alinka se había despertado a mitad de la noche, fracasando en su intento de no despertar a James así que su hermano la tomó de la mano, acompañándola a la habitación de sus padres con seguridad.
—¿Alya?—preguntó la espía, aún había días en los que ella se despertaba alterada por los niños y le tomaba un rato recuperarse de aquello—¿Qué pasa, shvíbzik?
James no tenía tiempo para que su madre estuviera completamente despierta, no cuando su hermana temblaba de pies a cabeza, se había hecho del baño y estaba aterrada por los recuerdos. Se subió a la cama, sentándose en el regazo de su madre y dejándose caer con fuerza para hacerla reaccionar.
—¡Mamá! ¡Papá!—apresuró el chico, haciendo que los dos despertaran—¡Ally ha dicho que no se siente bien!
Eso los terminó de alertar, Steve se apresuró en tomar a Alinka en brazos, dándose cuenta de la fiebre.
—¡TENEMOS QUE IR AL ALA MÉDICA, NAT!—exclamó el soldado.
—Ota vez no...—se quejó la niña—Mami, papi, pod fayod, no.
Natasha se mordió el labio, nerviosa. Odiaba que los chicos siguieran viviendo las resacas de aquellas enfermedades en manos de GENESOL.
—Mamá y papá van a cuiyadnos, Ally—prometió James, desde los brazos de Natasha—Te pomieto que todo estaya mien.
Su hermana no tenía fuerzas para aceptar aquello, solo dejó que la llevaran como un pequeño costal hasta el ala médica. Tenía muchisimo sueño y los brazos de Steve siempre habían sido los más cómodos para que ella pudiese cerrar los ojos y olvidarse del mundo, hasta que vio a Bruce en la puerta del frío lugar, junto con su grupo de enfermeras.
—¡MAMÁ! ¡MAMITA NO ME DEJES! ¡NO QUIEYO ID SIN TI! ¡NO! ¡POFAYOD!
Alinka estiraba las manos desesperadamente, igual que James, habían comenzado a aprender ruso y decían algunas palabras en ese idioma, sobre todo cuando estaban asustados. La Viuda Negra la tomó en brazos, cambiando de gemelo con Steve. Alinka temblaba de fiebre. La sola idea de que hubiese sufrido aquello desde que nació provocaba una furia inexplicable en su cuerpo.
—Ya, mi bebé—Natasha besó la frente sudorosa de su hija—Iremos con Bruce para que nos ayude a que te sientas mejor, ¿de acuerdo?
—¡JAMIE!—gritó, aterrada.
—Tu hermano se va a quedar aquí con papá hasta que te sientas mucho mejor, no va a pasar nada. Ya han estado separados antes.
Bruce se había acercado a tomar a la niña de los brazos de la espía, negando por la preocupación. Los dos Vengadores entraron al ala médica, dejando al Capitán América lidiando con su hijo mayor.
—¡QUIEYO A MI HEDMANA! ¡QUIEYO VEDLA!
—Lo siento, campeón, no podemos verla ahora...Bruce dice que puedes contagiarte, de lo que sea que tenga.
—¡NO! ¡MI HEDMANA! ¡MANA!
James pataleaba con tantas fuerzas que Steve tenía que sostenerlo como si fuera un de sus enemigos. El soldado estaba igual de sorprendido que preocupado por eso. Esperaba que los dos pudieran preguntarle a Bruce acerca de eso, pero lo más importante era que Alinka se recuperara lo más pronto posible.
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Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS
Science FictionPequeñas historias, universos alternos, futuros posibles y espacios que quedaron vacíos de mi historia: Proyecto Rebirth 939.