Disclaimer: Los Vengadores no me pertenecen, son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan, me pertenecen.
NOTA: Negritas en ruso
Para senorxchanchito y @luaspapas
—No la quiero, no la quiero en mi vida...¡ALINKA NO ES MI HIJA!
Para sorpresa del soldado, la espía se giró frustrada. Se limpiaba las amargas lágrimas que caían por sus ojos, olvidándose de aquella niña que en la mañana dormía entre sus brazos, para empañarse de recuerdos de la que había sido su infancia. Era una asesina a sueldo; una espía; una mujer que había salido de lo peor por cuenta propia. No iba a ser madre de una niña que era el permanente recuerdo de lo mucho que podía perder el control.
—¡PUES YO SI!—dijo Steve—¡ALINKA SE VA A QUEDAR CONMIGO LO QUIERAS O NO!
—¡ENTONCES NO CUENTES CONMIGO PARA ELLO!
—¿En verdad no vas a ayudarme?
—¡Te daré dinero, si es lo que quieres!—levantó las manos—¡O terminaremos esta puñetera misión y después podrás tener un vida feliz con tu hija!
—¡Natasha, nuestra...!
—¡NO LO DIGAS, ROGERS! ¡NO DIGAS QUE ES NUESTRA HIJA PORQUE NO LO ES! ¡EL HECHO DE QUE COMPARTAMOS UNAS CUANTAS COSAS EN EL INTERIOR NO NOS HACE FAMILIA!
—Pensé que yo era tu familia...—dijo Steve, derrotado.
—Esa eras tú, no ella.
Remarcó las últimas palabras con rabia, sin poderlos ver a los ojos. El oxígeno se le iba escapando, no podía estar en esa habitación ni un minuto más. Giró sobre sus talones y avanzó hacia afuera, dejando a Steve con la palabra en la boca. No podía respirar, así que hizo lo único que pudo, echó a correr. Avanzó con todo lo que sus piernas le daban hasta que no pudo aguantarlas mas, cayendo de bruces al suelo en el enorme patio de la base. Intentaba recuperarse cuando sonó uno de sus teléfonos móviles.
—¿Qué carajos?
Solo había una persona que tenía acceso a este número, ni siquiera los Vengadores; así que se recompuso inmediatamente, contestando.
—¿Qué pasó, Julianne? ¿Estás bien?
Por un momento, se escuchó estática, seguida de un llanto desgarrador que la hizo alterarse todavía más.
—¿Ju...?—intentó que su voz no sonara tan nerviosa como realmente se sentía—¿Qué pasa, mi vida? ¿Te hicieron algo?
La estática aumentaba, haciendo más palpable la distancia entre Rusia y Estados Unidos.
—Lo...lo siento—dijo Julianne al teléfono, cuando pudo recuperarse un poco—Petróvich se lo ha llevado—sollozó—No pude hacer nada.
Gruesas lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Natasha, aquello no podía estar pasando. Se suponía que los dos niños estaban seguros, ese era el acuerdo al que había llegado con sus contactos.
—Yo lo solucionaré, mi pequeña rebelde—dijo en un susurro—Todo estará bien.
—No puedes decirme eso...—susurró la chica—Me ayudaron a escapar, pero tengo que regresar por él. ¿Cómo lo voy a dejar con ese maldito asesino? ¡No sabemos que será capaz de hacerle!
La Viuda Negra no quería hacer nada más que consolarla, abrazarla con fuerza y apretarla contra su seno mientras lloraba, de la misma manera en la que lo había hecho con Alinka unas horas atrás. Apretó los dientes, deseando hacer algo para volver a verlos.
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Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERS
Science FictionPequeñas historias, universos alternos, futuros posibles y espacios que quedaron vacíos de mi historia: Proyecto Rebirth 939.