31. Un nuevo comienzo

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Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos.

Nota: Negritas en ruso.

Para -myaddiction y Monse_sg7

A Natasha le ardían los ojos por las pocas horas de sueño que estaba teniendo cada noche. Nadie le había dicho que sería tan difícil una vida cotidiana, si es que se podía llamar así.

—¡Todo listo, Allysson!—dijo Bruce, dándole una paleta a la pequeña.

La rubia movió la cabeza, haciendo que sus coletas se balancearan, sonriendo con emoción. Ni parecía que hubiese pasado tanto tiempo en máquinas que analizaban cada capa de su cerebro.

—¿Entonces, Bruce?—cuestionó la madre a su amigo—¿Podremos deshacernos de la bala pronto?

—No lo creo, Nat—comentó el doctor con tristeza—Helen tiene que corroborar los resultados de la tomografía, pero lo más seguro es que la bala siga comprometiendo la médula espinal de Ally. Hasta que crezca un poco más.

Esa había sido la pregunta recurrente en los últimos cuatro meses. Después de la navidad, Allysson estuvo de vuelta en el hospital después de amanecer una mañana sin sentir las piernas. Sus padres estaban preocupados por ello pero no podían hacer nada.

—¡Ally! ¡Natasha!

—¡CECI!—gritó la niña, separándose de su madre—¡MAINA MAYIA!

La pequeña estaba a punto de saltar a los brazos de la sub-directora de S.H.I.E.L.D. cuando su madre la detuvo, abrazándola por la cintura para evitar que se lastimara.

—¿Qué ocurre?—preguntó María—¿Acaso estás estresada por la boda, Romanoff?

—La boda es lo que menos me preocupa en este momento.

—¡Faltan tres meses!—insistió–Ni siquiera tú, que eres tan organizada puedes con todo eso.

—Para eso me ayudarás—dijo la espía, abrazando a su hija contra su pecho—Junto a Morse y a Laura.

—¿Nos pagarás?

—Fury lo hará—dijo quitándole importancia—Horas extras, incluso.

Natasha no pudo evitar sonreír, emocionada, cuando pensó en que nunca tendría aquello. Una familia con la que celebrar el matrimonio, dos hijos preciosos y un hombre que la esperaría del otro lado del altar. Admiró su anillo de compromiso, alrededor del cual se enroscaba la manita de su hija.

—¿Qué pasa, mi bebé?—cuestionó la espía.

La niña de cuatro años sonrió a su madre, con la cabeza aún alrededor de su pecho.

—¿Tende un anillo bonito ashi?—cuestionó—¿Y un papi pada mí?

Natasha negó con la cabeza, riendo. La idea de que su hija se casara y se alejase de ellos era casi una pesadilla. Besó las mejillas de Allysson con una sonrisa.

—No creo que a tu padre le guste la idea, shvíbzik. Pero eventualmente lo tendrás, cuando seas mucho mayor.

—¿Pometies?

—Te juro que serás feliz, mi bebé—dijo la madre con fervor.

Allysson giraba de un lado a otro, feliz con los vestidos de novia que se encontraban en aquella tienda. Se encontraba con su madre, su prima Lila, sus tías Bobbi y Laura, así como su madrina María. Por más que las adultas intentaban sostenerla para que no se fuera lejos, la rubia solo quería seguir a su madre.

Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora