19. Juntos por siempre.

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Dislcaimer: Los Vengadore sosn de Disney y de Marvel, solamente la historia y los personajes que no reconozcan me pertenecen. 

NOTA: Negritas en ruso. 

Para -myaddiction 

Natasha tenía bastante frío, cerrando la chamarra de cuero que vestía. No había visto una nevada como aquella desde sus años en Rusia. Negó con la cabeza, espantando los pensamientos oscuros que se venían con esas fechas y especialmente con ese clima. Sabiendo que lo mejor para sentirse feliz eran sus hijos, entró a la casa. Sentía una especie de melancolía extraña al ver que los tres podían cuidarse solos, pues ya tenían 17, 15 y 10 años, respectivamente.

—¿Qué haces, mi arcoíris?—preguntó besando la cabeza de la pelirroja.

Patrice fue a la primera que encontró, sentada sobre la mesa de la cocina, viendo fijamente a una extraña masa de lo que parecía ser pastel, con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados. Natasha volvió a besarla, esta vez en la mejilla, sonriendo de lado al ver lo mucho que se parecía a su padre.

—Papá va a venir muy cansado de su misión—informó la niña—Quiero hacerle galletas de navidad para esperarlo, ¿me ayudas, mami?

—¿No le pediste ayuda a tus hermanos?—preguntó alzando una ceja.

—Niko salió con Morgan—dijo con un suspiro—Iba a ayudarle a buscar un regalo para el tío Tony y Alya está dormida.

Natasha suspiró, Allysson estaba pasando muy mal la etapa de crecimiento puesto que el suero del supersoldado que traía en sus venas a veces le jugaba malas pasadas, actuando en contra de su cuerpo a medida que crecía. Steve pensaba que debían sacarlo de ella, pero la chica se negaba, empeñada en ser como su padre.

—Iré a ver a tu hermana y bajaremos juntas a ayudarte, ¿está bien?—cuestionó Natasha.

Si mamita—dijo la niña con una sonrisa.

La Viuda Negra subió las escaleras, tratando de ocultar su miedo. Quizá su esposo tenía razón y lo mejor era hacer el proceso del suero contra la voluntad de su hija, no podía seguir viviendo con el temor de que Allysson no despertara. El alivió la llenó cuando vio a su hija mayor desperezarse en la cama, estirando los brazos. Sin pensarlo mucho, se sentó en la cama y la abrazó con fuerza.

—¡Vaya!—se rió Allysson—¿Tan aburridas son las juntas de Nicky?

—Es solo que extrañaba a mi rubia favorita—dijo Natasha.

Allysson arrugó la nariz, riendo.

—Le diré a mi tía Bobbi que dijste eso.

—Muy graciosa, Alya—Natasha volvió a abrazarla—Patty está haciendo galletas de jengibre para tu padre, ¿la ayudamos?

—¡Por supuesto!

Madre e hija bajaron a la cocina con los brazos entrelazados, charlando animadamente. Se detuvieron en seco al ver el camino de harina que las recibía.

—¡Annie!—exclamó Allysson—Creo que hay un poco de galleta entre tanta harina.

La pelirroja se ruborizó, estaba tan roja como su cabello.

—¡No se apuraban!—reprochó la pequeña—¡No se apuraban y yo quería hacerla! ¡Papá llega hoy en la noche!

Las dos rieron, viendo a la más pequeña de la familia cubierta de harina hasta la nariz. Natasha se apresuró a limpiarla un poco antes de ponerse el delantal y ayudarla a preparar la masa de nuevo. Pronto, las dos chicas y su madre reían a carcajadas mientras cocinaban, felices de estar juntas en ese momento.

Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora