Multiverso 3. Serías tú

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Disclaimer: Los Vengadores no me pertencen, son de Disney y de Marvel.

NOTA: Negritas en ruso.

NOTA 2: Recuerden que los multiversos aparecen en los sueños de nuestros personajes.

Para Mena (nxtstxv )

No sabía que en mi pecho,

De hace tiempo había un hueco

Hasta que llegaste tú

Para llenarlo

No sabía que a mis manos

Les faltaban otras manos

Hasta que te agarré

Y ya no pude soltarme

—¡James! ¡James!

El pequeño no se despertaba, hecho un ovillo junto a su hermana, protegiéndola aún en sueños; pero ella ya había despertado. Alinka se frotaba los ojos con fiereza, enojada ante la voz de su compañera del orfanato.

—¿Qué pasha?—dijo la niña.

—¡Vienen por ustedes!—apresuró Emily—La señora Corina ha estado hablando con los enfermeros, ¡se los van a llevar para siempre!

Esas palabras hicieron que la niña se levantara, tirando de la mano de su hermano.

—¡Jaime! ¡Apieta!

—¿Que queyes, Ally?—preguntó molesto.

—¡Vienen! ¡Nos van a sepadad!

Escuchando las palabras de su hermana, James se puso de pie, aún encima de la cama.

—¿Qué?

Emily le puso los brazos en los hombros al niño, zarandeándolo levemente para que terminara de despertar.

—Están aquí, James—dijo con firmeza—Puedo ayudarlos a escapar, pero no los retrasaremos lo suficiente; tienen que irse.

James asintió con la cabeza, asustado, tenía que mantenerse fuerte por su hermana. A pesar de haber nacido el mismo día era un poco mayor por algunos minutos; además del secreto que guardaba su hermana. Eran apenas unos bebés, forzados a dejar los pañales antes de cumplir un año, pues solo resultaban inconvenientes para la señora Corina y la gente en el orfanato.

—¡VAMOSH!—apresuró el niño, tirando de la mano de su hermana.

Alinka saltó de la cama, junto a él, los pijamas sucios y disparejos, aún se encontraban manchados de la actividad que les había puesto una de las pocas voluntarias que llegaban al orfanato antes de dejarlos sin atención.

—¿Y cómo?—le dijo James a Emily—¿Y como vamos?

—¡Por la ventana!

Los niños que los rodeaban estaban dispuestos a ayudarlos, sabían lo que era querer salir de ese sufrimiento. A pesar de que todas las ventanas se encontraban aprisionadas con barrotes, los gemelos eran lo suficientemente pequeños como para caber entre ellas.

—¡No tenemos tiempo!

James dejó que Alinka pasara primero, el corazón de los niños se aceleraba al ver a la bebé caminar en la cornisa de la ventana. Se escuchó un grito, haciendo que la rubia perdiera el equilibrio y cayera. Su gemelo chili, lanzándose detrás de ella, sin importarles los tres pisos. Se quedaron atropados en uno de los árboles, negándose a soltarse.

Luciérnagas: One Shots Proyecto Rebirth 939 || ROMANOGERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora