Capítulo 24

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Haddy decidió pedir ayuda al día siguiente. Hermione iba a venir a practicar pociones, muy contenta de estar ahora en casa de sus padres en lugar de la de los Weasley, ya que Lucius había conectado sus floo y podía pasar por allí cuando quisiera. La biblioteca de los Malfoy ya era un incentivo suficiente para ella, pero el hecho de tener a alguien dispuesto a estudiar con ella hacía que mereciera la pena, al igual que el uso del laboratorio de pociones para practicar. Al parecer, esa era una de las razones por las que los sangre pura solían ser mejores en pociones que los muggles. Haddy ya estaba pensando que se arrepentiría de haber sugerido que formaran un grupo de estudio, ya que, aunque sería bueno que Hermione y Draco se conocieran, esquivar a Hermione ya había sido bastante difícil, pero si se juntaba con Draco sería imposible.

Los tres se habían reunido en el laboratorio de pociones después del desayuno; tres calderos habían sido preparados para ellos junto con un armario bien surtido y Haddy no sabía si estar emocionado o asustado por la vista. Decidió que sería mejor pedir consejo antes de que los dos ratones de biblioteca se pusieran a estudiar. Explicó la situación, tal y como la conocía, y se sorprendió, cuando terminó, de que Draco se echara a reír.

-Dos personas que se encaprichan estando demasiado asustadas para decírselo al otro y por eso no se dan cuenta, hmm, ¿por qué me suena tanto?-.

-¿Por casualidad estás sugiriendo que a Severus le gusto?-.

-Me sorprende que te hayas dado cuenta, quiero decir que puede que ya no necesites gafas, pero todavía puedes ser bastante denso-.

-¡Oye, imbécil!- gritó Haddy, dándole una bofetada en la nuca por si acaso.

-Espera, ¿estás sugiriendo que al profesor Snape le gusta Haddy?-.

-Deja de ser tan muggle Hermione-, gruñó Draco, -no es que no podamos determinar si las intenciones de alguien son puras o no con un poco de veritaserum. Por qué el hecho de que dos personas se conocieran en el colegio y no en un pub debería importar si están enamorados-.

-Eso es realmente muy romántico Draco-.

-¿De verdad te sorprende que pueda ser romántico, no soy una plebeyo, sabes?-.

-Estoy feliz de que hayas pasado por alto que me gusta el profesor Snape-, dijo Haddy.

-Oh no, definitivamente puedo entenderlo. Esa voz sedosa, esa mirada oscura y penetrante, ¿nunca te preguntaste por qué me esforcé tanto en pociones?-.

-Lo sé, no puedo creer que haya tardado tanto en darme cuenta gracias a la homofobia de los Dursley, pero esa voz definitivamente y esos dedos-.

-Dejen de hablar de mi padrino, no quiero oírlo, pero es un juego limpio Hermione, el tío Sev está definitivamente un paso por encima de la comadreja-.

-¿Qué? No. Nunca me gustó Ron, era demasiado egocéntrico-.

-Al menos sé que no te vas a enamorar de Draco entonces-. Los Gryffindors se rieron.

-Oi, tú, deja de confabularte conmigo y vamos a estudiar pociones o no-.

-Esperaba que me ayudaras con mi problema de Oliver y Marcus, recuerda-.

-Eso es fácil idiota, escribe a Marcus y dile que tienes entradas pero que no puedes ir por lo de Haddy. Yo puedo ir con él y siempre puedes escribirle a Oliver para avisarle. Quiero decir, realmente, hermano, si no puedes entender eso, ¿para qué sirves?-.

-Supongo que es fácil cuando lo pones así. Oye, ¿qué es esa mirada, la planificación no es mi punto fuerte?-.

-Empiezo a preguntarme cuál es-.

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