Capítulo 53

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El final del curso llegó rápidamente y la noche antes de que tuvieran que coger el tren, Haddy se las arregló para reunirse con Severus en la sala de Menesteres para discutir sus planes durante las vacaciones.

Haddy estaba intrigado, ya que Severus había sido el encargado de organizar la reunión y, por lo tanto, de preparar la habitación, y había habido una gran diferencia. Para empezar, no había cama, y la habitación parecía una cómoda biblioteca con paredes de libros y una chimenea rugiente. Habían pasado unas horas acurrucados en uno de los sofás de cuero, besándose y acariciándose suavemente mientras discutían lo que harían. Severus ya había aceptado venir al baile de Yule y a la fiesta de año nuevo que se celebraría en la residencia de los Zabini y vendría a la mansión el día de Navidad, posiblemente el más esperado ya que todos los Lestrange podrían asistir además de Tom.

Severus le sugirió a Haddy que fuera a su casa el día 28, ya que eso le daría tiempo para prepararse.

-Te das cuenta de que no necesito que hagas nada especial Severus, soy un hombre de gustos sencillos-.

-Lo dice mientras lleva un pijama de seda-.

-Vale, puede que me haya dado cuenta de las alegrías de las fibras naturales frente a las artificiales, aunque a ti no parece importarte-.

Severus miró donde su mano acariciaba el brazo de Haddy. -Al contrario, Hadrian, estás demasiado tentador con esto puesto, me cuesta contenerme para ver si tu piel es igual de suave-.

-No me importaría que lo supieras-, dijo Hadrian mientras empezaba a acariciar el cuello de Severus.

-Precisamente por eso tengo que detenerme, uno de nosotros tiene que controlar esta situación, y dejar de hacer eso-.

Haddy hizo un mohín, -qué vergüenza, me estaba divirtiendo bastante. De todos modos, volviendo a mi punto original, puede que ahora sea un Malfoy pero no fui criado de esa manera, viví en un armario bajo las escaleras durante 11 años por si lo has olvidado-.

-Admitiré que lo he intentado. Cuando pienso en lo que pasaste durante todos esos años no sé qué siento más; rabia o desesperación-.

Haddy besó a Severus en la mejilla y se acurrucó más. -No pienses en eso entonces, no importa. Ahora te tengo a ti y a mi familia, eso es lo único que me importa-.

Severus sintió que el corazón se le encogía ante las palabras de Haddy y tuvo que evitar soltar algunas de las suyas. Estaba bastante seguro de que sabía lo que sentía, pero seguía teniendo miedo de decirlo en voz alta, miedo de hacerse tan vulnerable; después de todo, esa no era la forma de ser de los Slytherin. -Yo también me preocupo por ti, Hadrian-, fue lo que decidió, tirando del chico tan cerca que prácticamente estaba tumbado encima de él.

-Aun así, nada especial-, dijo Haddy, mirando a Severus desde su nueva posición en su pecho. -Sería feliz con palomitas y una película-.

-Lo dice el hombre que hablaba de llevarme a París-.

-Esa fue la idea de mamá, no es que me parezca mala. Sin embargo, hablaba en serio sobre el cine, nunca he estado antes-.

-Bien entonces-, dijo Severus, dándole un apretón a Haddy y dejando caer un beso en su cabeza, -palomitas y una película será, y luego se vuelve a la mía donde cocinaré para ti como prometí-.

-¿Significa eso que puedo quedarme a dormir?- preguntó Haddy con entusiasmo.

-Sólo si tus padres están de acuerdo-.

-¿Vas a traerme también el desayuno a la cama por la mañana, tampoco lo he experimentado nunca?-.

-Tal vez, eso depende de si puedes comportarte antes-.

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