THE TRUTH WILL OUT

Capítulo 47

Las semanas se deslizaban sin demasiadas preocupaciones, salvo las tareas escolares, por las que Haddy estaba eternamente agradecido. Narcissa había hecho una entrevista con el Quisquilloso, como agradecimiento por su apoyo y para fortalecer la reputación del periódico en caso de que el profeta decidiera intentar volverse contra Haddy y Severus. Mencionó que les habían informado de que Haddy era la pareja de Severus y, aunque al principio se mostraron un poco recelosos por lo joven que era Haddy, se habían alegrado de que el hombre no fuera a forzar el vínculo. Cuando se enteraron de que Haddy ya había estado desarrollando sentimientos hacia Severus no pudieron más que apoyar la unión siempre y cuando se tomaran las cosas con calma, aunque recalcó que esta última parte provenía principalmente de Lucius.

Al parecer, Severus no estaba muy contento con el artículo, no por su contenido, sino porque le hizo recibir un montón de correos de padres que le elogiaban por su moderación a la hora de no forzar el vínculo y le decían lo agradecidos que estaban de que alguien tan cariñoso y considerado cuidara de sus hijos. No estaba acostumbrado a este tipo de atención, al menos no positiva, y no estaba seguro de cómo tomarlo.

Dumbledore estaba secretamente furioso por el artículo, ya que escupía en la cara la idea de que los vampiros eran monstruos sedientos de sangre y sus enseñanzas de que la gente debía mantenerse alejada de ellos. Incluso el ataque a la aldea en Francia había quedado en nada. Los muggles habían realizado algo llamado autopsia y, al parecer, habían podido determinar que la pérdida de sangre no había sido la causa de la muerte, sino algo que ocurrió después; al parecer, tenía que ver con el aspecto del tejido alrededor de las heridas. Albus no lo entendía del todo, pero había sido suficiente para que las autoridades francesas exoneraran por completo al aquelarre local. Con Lupin ahora fuera se estaba quedando sin opciones para intentar demostrar al público que esas criaturas debían ser evitadas a toda costa. Después de que saliera en defensa de Severus al final de la última guerra difícilmente podría volverse contra el hombre ahora, al menos no sin razón, y con él haciéndose el remolón ante los afectos del chico no había nada que pudiera decirse en contra de sus reacciones.

Al acercarse Halloween, Haddy quería hacer algo especial. El problema era que sus opciones eran muy limitadas; entre retratos chismosos, fantasmas entrometidos y ninguna posibilidad de salir del Castillo de nuevo, Haddy estaba un poco perplejo. Sabía que existía la sala de Menesteres, pero le preocupaba que su inconsciente volviera a filtrarse demasiado al fin y al cabo era un adolescente.

Decidió sacar el tema durante una sesión de estudio una noche.

-¿Qué te parece la cámara de los secretos?-, sugirió Hermionie, -sé que tendrías que lidiar con la quejosa Myrtle durante un rato, pero seguro que es un lugar estupendo para llevar a un Slytherin a una cita-.

-¡Qué, no!- exclamó Draco, -prometiste que me llevarías allí, no a Sev, eso es mezquino. Piensa en ello como un pago por tener que lidiar con esa horrible torre-.

-La torre de Gryffindor no es horrible-, protestó Haddy.

-Oh, por favor, con todos esos colores chillones alrededor es un milagro que puedas dormir. Tal vez sea esa la razón por la que te va tan mal en clase-.

-¿Entonces cómo explicas mis notas?- preguntó Hermione.

-Está claro que eres más excepcional de lo que creíamos-.

-Draco, el hecho de que estés un poco cabreado porque no has podido sacar tu parte como esperabas no significa que tengas que desquitarte con el resto-, le reprendió Pansy, -Hermione tiene razón, es un sitio ideal en teoría, probablemente sólo tendríamos que añadir unas cuantas velas y cosas para hacer el ambiente un poco más romántico-.