Capítulo 81

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El día siguiente encontró a Severus sentado en su escritorio, habiendo guardado finalmente todos los artefactos un tiempo después del almuerzo. Había sido extraño para él, después de quince años de enseñanza, no ir a un aula después de las comidas, aunque definitivamente no echaría de menos enseñar a los tontos. Era un alivio saber que ya no tendría que intentar inculcar conocimientos a mentes poco dispuestas, aunque su tarea actual de revisar las cuentas de la escuela era tan interesante como leer la redacción de un muggle de primer año y probablemente contenía la misma cantidad de información.

Las cuentas eran realmente deprimentes. Dumbledore había establecido que, literalmente, todo lo que entraba en el colegio en concepto de cuotas, donaciones y legados, iba directamente a sus propias cuentas, sólo para reponer lo justo para cubrir los gastos esenciales cuando se necesitaba el dinero; algo que probablemente sólo hacía para evitar que alguien curiosease. Técnicamente, la escuela estaba en bancarrota. Con un poco de suerte podrían recuperar los fondos, pero si Lucius tenía razón y el dinero estaba en cuentas bancarias muggles, recuperarlo llevaría algún tiempo y no podía estar seguro de que no desapareciera antes. Tal vez podría hablar con los duendes para conseguir un préstamo, al menos para que les sirviera de ayuda hasta que llegara el siguiente lote de cuotas. Había una larga lista de reparaciones por hacer en el castillo, así como la biblioteca que había que actualizar, por no hablar de un sinfín de peticiones que claramente se habían ido acumulando durante años. Le llevaría mucho tiempo cuadrar todo y Severus se preguntaba si tendría la energía necesaria para hacerlo todo. Severus se sentó con un suspiro y se frotó los ojos; esperaba que deshacerse del viejo chiflado le aliviara el estrés, no lo aumentara.

-Tienes que traer a tu joven de vuelta-, dijo Phineas, -él aliviaría de alguna manera tu estrés, especialmente si tu estado de ánimo de ayer era algo a tener en cuenta-.

-Estoy seguro de que lo haría, no es que sea de tu incumbencia-.

-Es una lástima. Sabes que Dumbledore no era ni la mitad de tacaño con sus cosas de juego-.

-Hadrian es mi compañero, no mi juguete-, gruñó Severus, asegurándose de enseñar un poco el colmillo para que quedara claro, -y si crees que compararme con el viejo chiflado te llevará a alguna parte, estás muy equivocado-.

-Mis disculpas, querido director, no pretendía ofenderme, sólo hacer un comentario, aunque pensé que había dicho que se había acostado con el joven Hadrian-.

-No es de tu incumbencia Black, sobre todo teniendo en cuenta las normas de los anteriores directores respecto a los estudiantes y las relaciones sexuales, que siguen vigentes-.

-Oh, no te preocupes por eso, los retratos están atados a Hogwarts, que a su vez está atado al director. Ejerces mucho más poder del que crees Severus, empezando por el hecho de que los retratos estamos completamente bajo tu control no podemos hacer nada que te perjudique. En cuanto a tus interacciones con el joven, sólo tenía curiosidad, ya que está claro que aún no se han unido y estaba seguro de recordar que los vampiros se unen cuando se aparean. En cuanto a la regla, era muy hipócrita por parte de Dumbledore, así que no me importaría aplicarla aunque pudiera-.

-No es que mi relación con Hadrian sea de tu incumbencia, pero estoy en posesión de una medida de autocontrol y, como tal, he sido capaz de realizar actos con él sin ceder a mis impulsos de criatura; una hazaña que sólo serviría para delatar lo que habíamos hecho-. Cada vez que estaban juntos era una lucha para Severus para no completar el vínculo y no podía esperar el día en que pudiera hacer a Hadrian verdaderamente suyo y probar por fin su dulce sangre. Sin embargo, sentía curiosidad por una cosa que había dicho Phineas -¿Cómo que era hipócrita por parte de Dumbledore?-.

-Oh, tuvo algo con una estudiante durante algún tiempo, aunque eso fue hace unos 20 años o más. No lo he visto con nadie desde hace más de una década, pero los dos solían hacer cosas muy pervertidas. Era muy divertido-.

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