Haddy se paró frente a la gárgola y se dio cuenta de que, una vez más, no le habían proporcionado la contraseña para entrar en el despacho del director. A menudo se había preguntado por qué era tan difícil ver al director de una escuela, seguramente debería ser más accesible, debería haber alguna forma de contactar con él en caso de necesitarlo. Suponía que siempre estaban los retratos, pero ¿se podía confiar en que fueran discretos? Como tantas veces, las cosas se hacían aparentemente en los términos del director, que era precisamente la razón por la que se negaba a molestarse en intentar adivinar la contraseña; el viejo había estado dictando su vida durante demasiado tiempo y Haddy estaba harto de jugar a sus juegos. Así que se quedó de pie, esperando en silencio a que Dumbledore se dignara a llamarlo. Finalmente, la gárgola comenzó a moverse.
El director estaba sentado en uno de sus cómodos sillones frente a la chimenea cuando Haddy entró.
-Hola Harry, gracias por venir, siento haberte hecho esperar, me sorprende que no hayas intentado adivinar la contraseña-.
-Buenas tardes señor, me imaginé que me abriría la puerta cuando estuviera listo para mí. Y prefiero que me llamen Hadrian estos días, señor-.
-Sí, bastante, perdona a un viejo por olvidarse sólo que te conozco como Harry desde hace tanto tiempo que es difícil cambiar, creo que hay un dicho muggle sobre perros viejos y trucos nuevos-.
-Entiendo señor aunque esperaba que el cambio de apariencia ayudara a recordar a la gente-.
-Sí, es todo un cambio y es extraño ver a Harry Potter parecido a Lucius Malfoy-.
-Pero perfectamente normal para Hadrian Malfoy, diría yo. ¿Puedo preguntar de qué quería hablarme, señor?-.
-Ah, sí, siéntese, ¿ha comido algo, ya sé que es la hora de comer?-?
-No, señor, pero estoy bien, he desayunado mucho, así que sólo tomaré un bocadillo antes de la clase-. Esto no era del todo una mentira pero su instinto le gritaba que no se fiara de este hombre ya que tenía demasiado control sobre lo que ocurría y no se le ocurriría poner algo en la comida.
-Bueno, siéntete libre de pedir algo, estoy seguro de que a Dobby no le importará preparar algo para ti. Al fin y al cabo es tu amigo y, aunque haya sufrido tanto a manos de los Malfoys, estoy seguro de que no te lo echaría en cara-.
-Está bien, pero gracias, pensaba ir a verlo mañana, de hecho, cuando tenga un periodo libre. Quiero decir, no me gustaría estar fuera después del toque de queda ahora, ¿verdad?-.
-No, claro que no. De todos modos, ¿un té? No, está bien, toma asiento entonces. Entonces, Harry, ¿cómo fue tu verano, tienes buen aspecto?-.
-Estuvo bien, señor, muy instructivo-.
-Bueno, sí, bastante, aunque estoy seguro de que te has dado cuenta de que no te he llamado aquí sólo para hablar de tu verano. Me temo que me he enterado de algo que podría ponerte en peligro y pensé que debías saberlo-.
-¿Qué es, profesor?-.
-¿Qué sabes de los vampiros, Harry?-.
-Oh, um, veamos-, Haddy pensó en Severus y en todas las cosas que él y Hermione habían aprendido mientras investigaban. Resulta que 5 años de profesores de defensa, en su mayoría de baja calidad, dejaron un gran vacío en sus conocimientos. -Tienen un sentido de la vista y del olfato intensificado. Aunque no son inmortales, tienen una vida muy larga. Necesitan beber medio litro de sangre a la semana para mantenerse, y cualquier sangre les sirve hasta que encuentran a su pareja, momento en el que sólo pueden alimentarse de ella. ¿Me he perdido algo importante, señor?-.
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THE TRUTH WILL OUT
FanfictionCuando Harry Potter se cuela en la lectura del testamento de Sirius, aprende más de lo que esperaba. ¡Lo más importante es que no es Harry Potter!. Con todo lo que pensaba que sabía, las viejas rivalidades pueden curar nuevas heridas y Harry puede e...