Capítulo 48

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El domingo por la mañana vio a Hadrian Malfoy de pie frente a su armario intentando decidir qué ponerse para su cita de hoy. Draco le había dado a Severus su nota el otro día y le había traído una a cambio. A Haddy le gustó el hecho de que el hombre se hubiera tomado el tiempo de escribirle una respuesta en lugar de limitarse a decírselo a Draco.

Querido Hadrian,

Gracias por la amable invitación a visitar la cámara de los secretos contigo. Como orgulloso Slytherin, la idea de recorrer esos pasillos sagrados es un sueño hecho realidad y estoy eternamente agradecido por tener la oportunidad.

El hecho de que también pueda cosechar partes frescas de basilisco es una ventaja añadida, no es una cita normal, lo reconozco, pero demuestra lo bien que me conoces; aunque cenar contigo en París estaría bien, esta es una oportunidad única en la vida.

Estaré en el baño que dijo a las 10 de la mañana del domingo y espero que pasemos el día juntos.

Suyo, Severus Snape.

Haddy ya le había puesto un encantamiento de conservación y lo había colocado cuidadosamente en su baúl. Ahora simplemente tenía la presión añadida de qué ponerse para intentar impresionar a una cita cuando se sabía que se iba a ensuciar mucho.

Le había preguntado a Draco sobre cualquier herramienta que pudieran necesitar, él a su vez se había puesto en contacto con sus padres, quienes rápidamente habían enviado dos juegos de kits de alta gama, sólo para estar seguros. Haddy no estaba completamente seguro de lo que hacían algunos de los instrumentos, ya que siempre había utilizado los ingredientes de las tiendas, así que esto iba a ser una gran experiencia de aprendizaje para él.

Decidió que el negro sería probablemente un buen lugar para ir, si había la posibilidad de que los fluidos corporales volaran por todas partes, y algo cómodo para trabajar. Empacó unos pantalones y una camisa por separado para poder cambiarse antes de que comieran. Reduciendo sus suministros para que cupieran en su bolsa y cogiendo su capa de invisibilidad, se puso la bata del colegio por encima de su ropa y se dirigió a la entrada.

-¿Vas a algún sitio bonito, Haddy?- Seamus llamó desde su asiento junto al fuego.

-Sólo voy a buscar un lugar tranquilo para estudiar-, respondió Haddy, señalando su mochila.

-Necesitas tu escoba para estudiar-, cuestionó Lavender.

-Sí, estoy repasando un libro de curación que me regaló mi abuela e iba a ver si podía encontrar algunas de las plantas que enumera-.

-¿Por qué, en nombre de los dioses, estás estudiando un libro de curación?-, exclamó Ron, -pensé que ibas a convertirte en auror o eso también ha cambiado ahora-.

-En realidad, sí, ha cambiado. Al parecer, mi sangre élfica me da una afinidad por la curación y cuando le pregunté a Lady Aurelia sobre ello, diciendo que estaba considerando como una carrera, y ella estaba extasiada, al menos en lo que a ella respecta de todos modos. Me dio este libro y ahora no quiero decepcionarla-.

Lysander se estremeció al pensarlo. -¡Dios no! La conocí una vez y creo que prefiero enfrentarme a Snape que a Lady Aurelia-.

Haddy asintió y agradeció que eso fuera más que suficiente para que sus compañeros de casa lo dejaran ir sin más preguntas. Lysander tenía razón en cuanto a que nadie quería decepcionar a Lady Aurelia, sabía cómo se relacionaba con Lucius y quería quedar bien con ella, por lo que ya había leído el libro una vez y esperaba volver a hacerlo al menos una vez más antes de las vacaciones de Navidad. Por suerte, ahora tenía tiempo de sobra para esconder su uniforme en algún lugar y dirigirse a la cámara bajo su capa; no quería arriesgarse a que el viejo loco descubriera sus planes para el día y tratara de estropearlos.

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