Capítulo 61

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La reunión del día siguiente no fue lo que Haddy esperaba. Los Lestrange y Tom no estaban a la vista y en su lugar vio a Xenophilius Lovegood y a los Weasley, o al menos a la mayoría de ellos. El salón de los Malfoy estaba, de hecho, pactado con un grupo variopinto; los Parkinson y Walden MacNair estaban sentados con Remus y Fenrir felicitando a Bill y Fleur por su compromiso, mientras que los Nott y los Bulstrode hablaban con Draco, Hermione y los gemelos sobre las nuevas ideas de entretenimiento de Lucius. Haddy casi tuvo que pellizcarse para asegurarse de que no se trataba de una especie de sueño extraño.

La sala estaba repleta de gente, ya se habían transfigurado sillas adicionales, así que Haddy decidió ahorrar espacio y sentarse a los pies de Severus. Esto provocó unas cuantas cejas levantadas, dos de ellas de Lucius, pero nadie dijo nada y Haddy estaba bastante cómodo, ya que había crecido sentado en el suelo en casa de los Dursley. Se recostó en las piernas de Severus y dejó escapar un suspiro de felicidad cuando éste empezó a jugar con el pelo de la nuca.

-¿No estamos esperando a Yaxley?- Preguntó Mulciber cuando Lucius se dirigió al frente del grupo dispuesto a comenzar.

-No-, respondió Lucius con un tono de finalidad, -tengo razones para creer que no es leal a nuestra causa-.

-¿En serio?- Bill sonó sorprendido, -Nunca he oído hablar de él en ninguna reunión-. El resto de los Weasley asintió con la cabeza.

-Yo tampoco lo habría creído si no hubiera hablado con las Brownies que fueron obligadas a trabajar en la finca de Haddy-, dijo Remus, -pero les enseñamos una foto y comprobaron que había sido Yaxley el que había estado a cargo de ellas mientras se suponía que la finca estaba cerrada-.

-Tendría sentido que Dumbledore tuviera más de un espía en nuestras filas-, explicó Severus, -y también tendría sentido que no nos hablara de los demás para poder verificar la información de forma independiente. Siempre sospeché que había alguien más, pero nunca estuve seguro de quién hasta ahora-.

-¿Supongo que eso significa que no crees que ninguno de nosotros sea un agente doble?- preguntó Percy.

-No-, dijo Severus con seguridad, -Dumbledore fue tomado demasiado por sorpresa en la fiesta de año nuevo como para que alguien haya filtrado información-.

Unos pocos miembros del grupo parecían un poco molestos por el hecho de haber sido puestos a prueba, pero la mayoría, los Slytherin especialmente, asintieron como si fuera obvio que tendrían una prueba de lealtad antes de entrar en un grupo secreto. O no tan secreto si los fuertes golpes en la puerta eran una indicación. Haddy empezó a entrar en pánico ligeramente pero Severus, dándole unas tranquilas palmaditas en la cabeza, no tardó en calmarlo. Si Severus no estaba preocupado Haddy sabía que todo estaba bien aunque no tuviera ni idea de lo que estaba pasando.

No tuvo que esperar mucho para averiguarlo ya que Minty condujo a Kinsley Shacklebolt, Alastor Moody y Nymphadora Tonks al salón.

-Hemos venido a registrar su propiedad-, anunció Kingsley, -sabemos de buena tinta que aquí se esconden fugitivos-.

-Adelante-, dijo Lucius magnánimamente, -pero, por curiosidad, ¿qué autoridad fue la que les informó de que habría fugitivos aquí, sólo para que sepa todas las partes implicadas cuando presente mis quejas después de que resulte que estan equivocados?-.

Moody se burló. -Lo tenemos de la más alta autoridad-.

-¿El ministro de Magia?- bromeó Percy.

-No importa quién nos haya enviado-, afirmó Kingsley, -sabemos que hay fugitivos aquí, así que tengan por seguro que emprenderemos una investigación exhaustiva y no se preocupen, el floo ya ha sido bloqueado de la red y se han establecido campos antiaparición-.

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