THE TRUTH WILL OUT

Capítulo 55

Ni siquiera había amanecido cuando Haddy se despertó el día de Navidad por cortesía de Draco, que saltó sobre su cama; al parecer, era tradición que su hermano se levantara al amanecer para ver qué regalos tenían. Haddy había sido informado del orden del día la noche anterior la familia intercambiaría regalos entre sí por la mañana, los invitados llegarían para el almuerzo y todos intercambiarían regalos por la noche. Por la noche se organizaría un bufé por si alguien seguía teniendo hambre después de la comida, pero normalmente pocos acababan participando en él. Haddy estaba deseando volver a tener una Navidad en familia, era una de las cosas que había disfrutado con los Weasley, y al menos los gemelos habían dicho que se pasarían por allí más tarde; aunque sólo fuera para intercambiar regalos, Haddy estaba contento, ya que no creía que fuera a sentirse como una Navidad sin ellos.

Había pasado años de compras navideñas con su familia y amigos, y de repente tenía una multitud de personas a las que comprar regalos. Esperaba que a todos les gustaran; Draco había dicho que lo que contaba era la intención y que la gente sería feliz con una caja de bombones, pero Haddy seguía sintiendo la necesidad de intentar conseguir algo que la gente quisiera. Estaba bastante seguro con algunos de ellos pero había tenido una pesadilla al pensar en ideas para Severus; esperaba que su novio estuviera contento.

El desayuno fue un asunto bastante simple de té y tostadas; Haddy fue informado de que esto se debía a que Draco rara vez podía lograr algo más antes de que se apresurara a abrir sus regalos. Draco se opuso fuertemente a esto a pesar de su casi constante inquietud durante toda la comida y se fue antes de que Haddy pudiera parpadear en cuanto Lucius le dijo que podía abandonar la mesa.

Haddy disfrutó de sentarse alrededor del árbol de Navidad en medio de una montaña de papel de regalo mientras todos revisaban sus regalos. Habían visitado un mercadillo navideño muggle con los Granger la semana anterior, así que no era de extrañar que cada uno tuviera varios muggles entre sus regalos. Draco se alegró mucho de recibir una Saeta de Fuego y Lucius dijo que ahora podría competir con su hermano.

Lady Aurelia pasó por allí, sin querer lidiar con el alboroto de una gran cena familiar, pero queriendo ver a sus nietos. Haddy recibió una gran cantidad de textos de curación y una cálida sonrisa después de decir lo mucho que había disfrutado de la anterior. Era una sensación nueva para él, ser capaz de enorgullecer a los miembros de su propia familia, le hacía sentirse cálido y difuso y esperaba tener más oportunidades de sentirlo en el futuro.

El almuerzo fue un asunto muy ajetreado con la presencia de Tom Riddle, Peter Pettigrew, todos los Lestrange y, por supuesto, Severus Snape. Draco había estado burlándose de Haddy durante toda la mañana por la cantidad de tiempo que dedicaba a preocuparse por cuál de sus nuevas túnicas debía ponerse y a tratar de arreglarse el pelo; dado que Haddy pasaba casi tanto tiempo como Draco arreglándose, tuvo que conceder el punto a su hermano. Freya Black, la abuela materna de Haddy, también estaba allí, deseando tener la oportunidad de conocer a sus nietos perdidos. Con el pelo rubio de Narcissa y los delicados rasgos de Bella, la mujer menuda parecía personificar el estereotipo de los Fae y, con su personalidad cálida y amistosa, la convertía en una firme favorita de todos. Prestó especial atención a Lysander una vez que se enteró de su amor por la herbología y pasó gran parte de la comida conversando profundamente con él y con Narcissa.

El ambiente en torno a la mesa no era tan bullicioso como en la de los Weasley, aunque eran otros tantos, y la conversación fluía libremente. Era una comida abundante, con un surtido de carnes, patatas y verduras; Narcissa había explicado que habían aprendido a prescindir de un entrante, ya que la mayoría de la gente acababa dejándolo para dejar espacio al plato principal. Haddy rara vez veía tanta comida en un banquete de Hogwarts, así que no se sorprendió demasiado.