La sala 10 del Ministerio de Magia ya estaba llena hasta los topes cuando Haddy se dirigió a los bancos delanteros del lado de la acusación. También había mucho ruido, ya que brujas y magos de todos los ámbitos especulaban sobre lo que ocurriría ese día. Los detalles de algunos de los cargos ya se habían filtrado a la prensa, los de malversación de fondos y puesta en peligro de los niños, ideas que ya se habían planteado y que, por lo tanto, no habían sido una gran sorpresa para el público en general, ya que muchos atestiguaban en voz alta que siempre habían sabido que Dumbledore era corrupto. Una buena señal, sin duda, pero no lo suficiente como para que el hombre fuera encarcelado, a diferencia de los otros cargos que surgirían a medida que se dieran los testimonios. Se las habían arreglado para mantener el resto en secreto, no queriendo dar al anciano demasiada oportunidad de prepararse, con la esperanza de que una táctica de conmoción y pavor ayudara a conseguir el veredicto que querían.
A Haddy le había sorprendido lo teatral que era el proceso del juicio, lo mucho que se podía manipular en un proceso que se suponía que era sobre los hechos. Esto fue algo que se acentuó cuando Dumbledore entró cojeando en la sala, con un aspecto decrépito y desaliñado, muy alejado del poderoso director de Hogwarts que Haddy estaba acostumbrado a ver. Casi le hizo sentir lástima por el hombre.
-Eso sí que es una sorpresa-, murmuró Lucius, con su rostro como una fría máscara que no traicionaba ninguno de sus pensamientos. -Hubiera apostado a que su orgullo le habría impedido rebajarse a este nivel, pero parece que estaba equivocado-.
-Es un maestro de la manipulación-, replicó Gladstone, -no debemos suponer nada durante todo este proceso y mantener la cabeza fría, ya que sólo tendremos una oportunidad de acabar con él-.
Fue un duro recordatorio para Haddy, que hizo una promesa silenciosa de blindarse contra cualquier cosa que Dumbledore pudiera decir o hacer. Severus debió adivinar algunos de sus pensamientos ya que apretó la mano de Haddy de forma tranquilizadora.
-No te preocupes amor, la fachada se romperá eventualmente, sólo ten paciencia-. Ese nunca fue el punto fuerte de Haddy, pero por el momento lo único que podía hacer era mantener una máscara de indiferencia; después de todo era un Malfoy, tenía que tener en cuenta la reputación de su familia.
Se había decidido que Haddy daría su testimonio primero, ya que gran parte de él ya había aparecido en la prensa y sería lo que todos, incluido Dumbledore, esperaban.
Cornelius Fudge seguía siendo el ministro de magia y, en lo que respecta al señor Gladstone y a su padre, un poco de canon suelto. El hombre estaba desesperado por aferrarse al poder a cualquier precio e iba en cualquier dirección que soplara el viento de la opinión pública, por lo que no se podía contar con él para nada. Además, tenía muy poca autoridad, incluso en su propia administración, y le costó varios intentos poner en marcha los procedimientos.
-Brujas y magos, estamos aquí para escuchar los cargos de peligro para los niños y malversación de fondos contra un tal Albus Wulfric Percival Brian Dumbledore, antiguo director de Hogwarts...-
-Si es tan amable, Ministro- interrumpió el Sr. Jackson, el consejo legal de Dumbledore, -pero no nos gusta que se refieran a nuestro cliente como ex director, creemos que es demasiado alienante. Tal vez podríamos decir en su lugar 'derrotador de Grindelwald'-.
-Pero es el antiguo director-, señaló Amelia Bones.
-También es el vencedor de Grindelwald-, insistió Jackson.
-En ese caso, tal vez deberíamos decir "vencedor de Grindelwald y antiguo director de Hogwarts"-, sugirió Gladstone.
-Eso es todo un bocado-, se quejó Fudge. -Lo dejaremos sólo en su nombre, aunque creo que incluso eso es demasiado. De todos modos, en qué estaba yo, oh sí, cargos por poner en peligro a los niños y por malversación de fondos. ¿Cómo se declara el acusado?-.
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THE TRUTH WILL OUT
FanfictionCuando Harry Potter se cuela en la lectura del testamento de Sirius, aprende más de lo que esperaba. ¡Lo más importante es que no es Harry Potter!. Con todo lo que pensaba que sabía, las viejas rivalidades pueden curar nuevas heridas y Harry puede e...