THE TRUTH WILL OUT

Capítulo 52

En diciembre hubo otro fin de semana en Hogsmeade, tan ajetreado como el primero con la llegada de la Navidad, mucha gente quería hacer algunas compras antes de que empezaran las fiestas. La nieve había estado cayendo constantemente durante la última semana y Haddy estaba más agradecido que nunca por su nuevo vestuario; habiendo usado sólo fibras artificiales durante la mayor parte de su vida, nunca había imaginado lo cálida que era la cachemira.

Esta vez Severus no estaba de chaperón, así que Haddy le había enviado una carta la semana anterior pidiéndole una cita oficial. Obviamente, la noticia había vuelto a salir en el Profeta; la pareja no había sido portada desde la historia de Severus felicitando a Haddy por la victoria de Gryffindors contra Slytherin. En realidad no había pasado nada entonces, pero el hecho de que Severus se hubiera acercado a Haddy con sus padres mientras todos celebraban la victoria de Gryffindor había sido suficiente para Rita Skeeter, que se las había arreglado para componer un artículo entero sobre lo maravilloso que era que los Malfoys aceptaran tanto su relación. Al parecer, Lucius y Narcissa eran los nuevos padres progresistas modelo, aunque Haddy no estaba seguro de cómo se sentiría su padre con ese título.

Ahora, sin embargo, todo el mundo los vería en su cita y Haddy se arrepentía de repente de su decisión de hacerlo público. Había pensado que, con la llegada de las vacaciones, ahora sería un buen momento para dar un paso adelante en su relación y hacerla oficial en lugar de un rumor, pero no se había dado cuenta de todas las implicaciones que eso conllevaba. Supuso que Severus lo había sabido; el hombre incluso había vuelto a comprobarlo con él antes de enviar su propia respuesta a principios de semana de un ramo de claveles blancos y algo llamado roble de Jerusalén. Haddy había tenido que consultarlo con Narcisa pero ella le informó que un Clavel de color sólido significaba que sí y que fuera blanco indicaba adoración, el roble de Jerusalén significaba que tu amor es correspondido. Haddy lo adoraba y ahora decoraba su mesita de noche con todos los amuletos de conservación que se le ocurrían.

Había quedado con Severus en la cabaña de los Gritos para desayunar, queriendo evitar que todo el mundo se quedara mirando cuando se encontraran, ya que Haddy tenía la sensación de que las cosas ya serían bastante incómodas. Narcissa ya había dispuesto que Minty tuviera el desayuno esperándolos. Habiéndose levantado prácticamente al amanecer, Haddy se dio cuenta de que tenía mucho tiempo para dirigirse con cuidado al Sauce Boxeador, al parecer le resultaba mucho más fácil vestirse en invierno, simplemente eligiendo su ropa más abrigada.

Severus parecía sorprendido cuando entró en la casa.

-Esto tiene mucho mejor aspecto que la última vez que estuve aquí-.

-Sí, Minty ha decidido que debe mantenerla en caso de que necesitemos usarla. Resulta que eso fue muy inteligente, ya que significa que estaba listo para que lo usáramos-.

Severus se tomó su tiempo para mirar la mesa perfectamente puesta y repleta de comida.

-Bueno, la próxima vez que la veas dale las gracias de mi parte. Por cierto, hola Hadrian-.

-Hola Severus, me alegro de que hayas podido venir-.

-No me lo habría perdido por nada del mundo-.

El desayuno fue un asunto sorprendentemente agradable y Haddy se alegró de que la conversación fluyera libremente mientras comían hasta saciarse. Haddy se sintió aliviado, no es que pudiera recordar nada de lo que habían hablado, sólo que había habido sonrisas, risas e incluso un poco de coqueteo por ambas partes. Le preocupaba que las cosas se volvieran incómodas entre ellos; que se quedaran sin cosas que decir y acabaran sentados en un silencio incómodo, pero al parecer conocer a alguien durante más de cinco años te ayuda a encontrar cosas de las que hablar.